Mario Gaviria, allá donde ande, estará dando saltos de alegria, jolgorio inusitado porque ha pasado completamente desapercibido para la opinión publicada: ¡las eléctricas han pactado el cierre escalonado de las centrales nucleares españolas entre 2025 y 2035!
Se ha sabido estos días y, esta semana, Endesa firmará los protocolos de acuerdo de desactivación que ya han corroborado Iberdrola, Naturgy y Enresa. Aunque los grandes Medios de InComunicación, Propaganda y DesInformación, ya se han preocupado de que la noticia pasase bien desapercibida, no vaya a ser que sus amos, -esos que dictan las leyes a esos políticos de pacotilla que ¿nos guían?-, decidan cambiar los plazos, como siempre, a su conveniencia.
El Impuesto al Sol no se atrevieron a ponerlo en marcha plenamente, porque sabían que además de ser el hazmerreír de Europa, los tribunales, en sus más altas instancias continentales, echarían abajo una normativa dictada y a la medida de las grandes eléctricas, que quitan y ponen gobiernos, aunque con esa medida frenaron y siguieron copando un sector que, laboral y medioambientalmente, nos va a dar muchas alegrías.
Así, su evolución natural libra de una lacra que acogota la sociedad, por bien que nos hayan vendido, “que la nuclear es una energía bastante limpia y muy barata”. Ahora, esperemos que no preparen ninguna maniobra que siga emborronando la modernidad, ya que la energía es clave para el futuro.
