Opinión

Capitalismo de sube y baja

Cayó el Comunismo. Se lo llevó por delante su propia utopía. El capitalismo también feneció, pero aún desfallece -balbucea-, artificialmente, sólo alentado por simulacros de sube y baja, contenidos, medidos, falsos e interesados. Murió, como todo ‘ismo’, víctima de sus propios vicios y suciedades, pero seguimos siendo marionetas de su poder, que aún ansía perpetuarse.

Vivimos sometidos a sus gráficos y sus ratios, en los que aún el beneficio es lo único que importa. Las personas siguen siendo números primos e inertes.

El muro de Berlín nos dejó un 9 de noviembre de 1989 poniendo límite y cierre a un ciclo lógico, pero inviable, y el problema al que nos enfrentamos en este siglo XXI es cuándo se podrá dar por desaparecida a esta otra dictadura que padecemos, más sutil, pero igual de férrea y contundente. Engaño fatal que nos lleva al desastre.

Aún queda sentido común, dignidad y trabajo pío para hacerle frente, pero supone una lucha feroz, puesto que sus garras son poderosas y sus falacias, mentiras indigentes que arrastran y confunden. Habremos de estar muy vivos y atentos para impedir que nos sobrepase y, en este dosificado velatorio de subidas y bajadas con que nos pretende embriagar, no permitirle que abandone el camino de vuelta que nos aleje de su apocalipsis perfumado.

Queda claro que debemos saber rechazar, firmemente, toda esta mentira conducida y abyecta que nos ofrece, inteligente, en bandeja, para perpetuarse.

Mariano N. Lacarra

Director