Opinión

Melchor, Gaspar y Baltasar

Cuando somos pequeños creemos y confiamos en vosotros, en lo maravillosa y fantástica que es la vida, somos felices e inocentes y, sobre todo, creemos que si nos portamos bien, nos traeréis lo que pidamos…Sin embargo, somos totalmente inconscientes del mal que hay en el mundo y no sabemos que el mal puede ser vecino del bien en un mundo en el cual nuestros mayores, los que nos tienen que enseñar, llevan una venda en los ojos y la mayoría no predica con el ejemplo.

Este año tengo urgencia de sueños por cumplir y quiero cosas para adultos, casi siempre las pido y aquí estoy, esperándolas y nada, miro alrededor y el mundo sigue igual o cada vez peor.

Quiero que enseñéis a las personas que nos rodean las cosas simples de la vida: a sonreír, a responder a un simple “buenos días”, a saber contemplar lo bueno, a conformarse con lo que se tiene (el gozo de lo material sólo dura un momento), enseñar a la gente a ser sencilla de pensamiento y a saber lo que es importante de verdad, enseñar a no medir la felicidad por el dinero que se tiene si no por aquellas cosas que no cambiaríamos ni por todo el dinero del mundo.

Pido especialmente por los taurinos: explicarles que no tienen, porque no los hay, argumentos que sustenten esa, como la llaman ellos, “tradición” tan cruel, que los animales sufren y mucho, que tienen un corazón que parece ser que a ellos les falla… 

Pido por la gente que daña a otros animales por diversión y hasta la saciedad y extenuación de sus pobres cuerpecillos. Pido porque la gente deje de hacer daño a la Tierra, es un legado para la futura descendencia y la mayoría de veces ese daño es fruto de sus propios intereses económicos. 

También pido por algunos anti taurinos que siendo animalistas y que miran por la vida de los seres humanos y animales, se alegran por la muerte de un torero, es una contradicción señores.

Resumiendo, necesito que enseñéis el valor del amor, la amistad sincera, la familia, el valor del medio ambiente, el respeto hacia otros seres humanos y animales, necesito que cambiéis este desastre, necesito poder volver a confiar en vosotros.

Quiero que se viva y se deje vivir, pero en los dos sentidos de la palabra, el literal y el figurado.

¡Felices Navidades para todos/as!