Opinión

¡Y esto pasa en Navarra!

Probablemente la mayoría de los lectores sepan que en el mundo hay millones de niños sin educación. Probablemente sean muy pocos los que sepan que también en Navarra hay niños y niñas a los que se les priva del derecho de ir a la escuela. Yo lo he descubierto hace poco y aún me cuesta creerlo. Especialmente porque eso no sucede por culpa de ningún terrible explotador, sino bajo la responsabilidad de una institución que la mayoría de la ciudadanía tiene en muy buena estima: “La Cruz Roja”.

La Cruz Roja, responsable del programa de acogida internacional, en su fase previa, mantiene en un hostal a las afueras de un municipio de la comarca de Pamplona  a varias familias refugiadas con hijos menores. Sin posibilidad de empadronarse, ni tener tarjeta de autobús, sin informarles de la posibilidad de matricular a los niños  en la escuela, ni disponer de tarjeta sanitaria. Dicen que es una situación temporal, que las familias están a la espera de un destino definitivo, pero la realidad es que pasan así 4, 5 y 6 meses…

El protocolo de acogida a personas refugiadas, plantea que esta fase previa debe durar como máximo 30 días. Se puede llegar a aceptar estar un mes sin colegio, un mes sin aprender castellano, un mes aislado en un hostal a 30 minutos andando de la población más cercana sin tarjeta de autobús… Pero la realidad es que ese mes se está multiplicando en la mayoría de los casos por 5 y por 6, sin que a nadie parezca importarle la grave vulneración de derechos que eso supone.

Esta carta se escribe después de varias entrevistas de entidades sociales con Cruz Roja, diálogos en el Departamento de Educación, solicitud de cita en los servicios sociales y solicitud de cita urgente, aún sin respuesta, en  Derechos Sociales…

La Cruz Roja, para mantener un mínimo de credibilidad, y como  institución que debe velar por la protección, cuidado y seguridad de estas familias, debe poner remedio urgente a esta situación, ofreciéndoles de inmediato la posibilidad de movilidad, salud y educación si se prevé que esta fase previa se va a alargar más del mes máximo comprometido. Si Cruz Roja es incapaz de ello, deben seguir actuando nuestras instituciones, Ayuntamientos, Gobierno de Navarra..., para que no haya ni un niño en Navarra sin derecho a la educación, y para hacer mínimamente creíble el eslogan del que nuestros políticos presumen de “Pamplona, Ciudad de Acogida”.

Cada vez somos más personas conscientes de esta situación que esperamos una respuesta, no queremos justificaciones, sino que se respeten los mínimos derechos humanos de las personas refugiadas.

Nuria Sánchez, Samuel Valderrey, Egleé Torres, Enkarni Butrón y Livio Ledezma