Opinión

Un Cambio posible

Como quienes creían que la sociedad estaba dormida allá por el 2011, o quienes aseguraban que el bipartidismo era algo inevitable, hay muchos que llevan años augurando la irremediable continuidad de UPN (o UPN-PP) al frente del ayuntamiento de Tudela y del Gobierno de Navarra. Sin embargo, desde mayo del 2011, seguramente desde mucho antes de una manera más soterrada, hay movimientos de fondo que esbozan un cambio en nuestra sociedad.

Las transformaciones sociales consistentes suelen ser lentas, incorporan ocasionalmente manifestaciones fulgurantes que parecen perder fuerza tras un auge repentino, como algunos le achacaban al 15M, o le vaticinan a Podemos. Sin embargo la lectura de esos fenómenos junto con otros como el de la PAH, las Marchas por la Dignidad o movimientos vecinales de solidaridad en diferentes localidades, marcan un cambio de tendencia claro, que nos muestra una sociedad más politizada (en el sentido primigenio de la palabra), más informada, más exigente y más dispuesta a implicarse en los asuntos comunes.

En estas tierras navarras, como en otras, soplan vientos de cambio, ¿seremos capaces de hacerlo factible también en Tudela?

Sinceramente creo que cabe esa posibilidad pero requiere grandes dosis de audacia e ilusión, a la par que de pericia y altura de miras. Ni cualquier suma vale, ni cualquier manera sirve para poder crear una alternativa real e ilusionante en Tudela.  Pero el objetivo es claro; tener un ayuntamiento distinto al de los últimos veinte años. Un ayuntamiento que, con un equipo consistente y eficaz, pelee por lo que es de todas y todos ante el Gobierno de Navarra como si nos fuera la vida en ello. Con un proyecto duradero, que vaya más allá de los comicios electorales que busque gestionar lo que tenemos y generamos con otros criterios, pegados firmemente a las necesidades reales de las personas, sobre todo a aquellas que más lo necesitan.

En Izquierda-Ezkerra hemos expresado nuestra voluntad de trabajar por esa alternativa, públicamente y en privado, a personas significativas de diferentes colectivos y partidos, así como al conjunto de la ciudadanía de Tudela a través de la presentación de nuestro Código Ético. Creemos que en este nuevo camino tenemos mucho que aportar en las ideas, en los valores y sobre todo en la experiencia del trabajo compartido con los colectivos sociales. Sólo dándoles voz a éstos donde deben tenerla, en la calle, y por supuesto también en las instituciones, es factible un cambio de real y de fondo.

Queremos estar a la altura de este momento ilusionante que estamos viviendo, con  generosidad, sin renunciar a lo que somos y al trabajo hecho, pero con un equipo renovado, joven y con ilusión, entendiendo la sociedad en la que vivimos, ésa que nos demanda la participación de los mejores, la apertura de las organizaciones, la incorporación de primarias, las consultas vinculantes, o las listas abiertas.

Estamos dispuestos a asumir el reto de ilusionar a muchas y muchos de aquellos que han olvidado lo que es votar para ser protagonistas de sus propias vidas en la esfera de la política. No nos olvidemos de que si no somos protagonistas en las instituciones, lo serán quienes pretenden dejarnos un papel de reparto subsidiario como meros consumidores y no como ciudadanos maduros que ejercen sus derechos en una democracia real, activa y participativa.

Claro que es posible un cambio en Tudela. De hecho quizá esté más cerca que nunca. Sin embargo sólo desde la implicación de todos y todas las que lo deseamos lo haremos posible. Decía M. Luther King “Los filósofos no han hecho más que interpretar el mundo”, eso ya es mucho, apostillamos algunos, pero también concluía “lo que hace falta es transformarlo”.

Eneko Larrarte