Opinión

Sábado en solidaridad con los migrantes

Lleva casi dos meses en Navarra, y en muchos pequeños actos ha reunido a miles de personas de distintas edades, nacionalidades, lenguas y creencias… Es la Cruz de Lampedusa, hecha con maderos de cayuco naufragado en el Mediterráneo, y bendecida por el papa Francisco, que expresamente pidió que esta cruz viajase por todo el mundo.

El próximo sábado 24 de febrero la cruz de Lampedusa llevará su mensaje de solidaridad por las calles de Pamplona. Cristianos y no cristianos pueden sumarse a este acto, que empezará con una Eucaristía en la parroquia de San Nicolás y acabará en la calle expresando públicamente un deseo que compartimos todas las personas de buena voluntad: romper la indiferencia ante el dolor de hombres, mujeres y niños que tienen que emigrar no por gusto ni por capricho, sino porque sus tierras, ricas casi siempre en recursos naturales, se ven asfixiadas por el hambre, la guerra, la explotación y el sin-futuro.

Toda persona tiene derecho a emigrar, y más importante aún, derecho a no tener que emigrar, derecho a vivir una vida digna en la tierra que le vio nacer, junto a su familia y en su cultura. Ojalá que el acto de este sábado sirva como acicate para el compromiso, para la justicia y para el trabajo por un mundo que podría ser diferente si dejásemos de ser indiferentes.

Nuria Sánchez Díaz de Isla