En el año 2014, más de 5 millones de personas se declaraban incapaces de mantener su vivienda a una temperatura adecuada. La mortalidad adicional de invierno promedio en España fue de 24.000 muertes por lo que más de 7.000 fallecimientos prematuros estarían asociados a la pobreza energética.
Pero para corregir los efectos hay que conocer las causas. En primer lugar hay que señalar la existencia de un oligopolio, formado por las españolas Gas Natural Fenosa, Endesa (controlada por la italiana ENEL) e Iberdrola, así como la portuguesa EDP y la alemana E-On, al mover el 80% de la generación y cerca del 90% de la venta de electricidad en nuestro país.
El interés de esos oligopolios es su máximo beneficio, contrario a los intereses generales, haciendo la energía más cara para las empresas y encareciendo el coste de la vida para el ciudadano, coincidiendo con una situación de paro y pobreza ,que agrava más sus efectos. Los recibos de la luz en España son los terceros más caros de Europa, sólo por detrás de Chipre y Malta. Aprovechando la crisis en 2008, el recibo de la luz ha subido un 60%. Tienen beneficios anuales que oscilan entre los 8.000 y 10.000 millones de euros. Iberdrola y Endesa son la 2ª y 3ª compañía eléctrica, respectivamente con más beneficios de Europa. El margen de beneficios de las eléctricas que operan en España es de 6,48% mientras en Europa es de 3,6%.
"Fijan el precio de la electricidad con la más cara de las que se generan, la del carbón"
¿Cómo lo consiguen? Como ya decía Marx “el Estado está al servicio de la clase dominante”. Y por eso les permiten realizar prácticas abusivas: Por un lado fijando un alto margen de beneficios en la generación o en la distribución (compradores y vendedores son los mismos).
Por otro, con sobrecoste añadidos a la factura: una tarifa para grandes empresas industriales, más el pago del “déficit de tarifa”, más la “moratoria nuclear”, más extras peninsulares para llevar la electricidad a las islas Ceuta y Melilla.
El “déficit de tarifa” responde a la deuda acumulada... Pero analicemos esta “deuda”. A partir del 2003, cuando se liberalizaron los precios, la industria eléctrica comenzó una fuerte inversión que produjo una enorme sobrecapacidad productiva instalada, pasando de 55.562 MW de potencia en el año 2000 a 108.148 MW en 2013. Creían que iban a vender energía a Europa y que España seguiría creciendo indefinidamente. El mayor consumo de energía eléctrica en la historia de nuestro país fue 2007, utilizando apenas 45.450 MW de potencia. Pero su codicia se fustró con la profunda recesión económica a partir del 2008. La sobrecapacidad del sistema eléctrico se agravó, utilizando poco más de 40.000 MW. Pero como siempre pasa con el capitalismo, (recordad la crisis bancaria), estas empresas lograron que el Estado nos haga pagar a todos los costos de su avaricia, al mantener inactivos el 50% de sus instalaciones.
Además, Red Eléctrica Española, REE, fija el precio del 100% de la energía eléctrica, con el de la electricidad generada por la tecnología más cara, que es la que se produce en la generada por el carbón... No hay solución, mientras unas pocas empresas dominen este sector y exista el escándalo de las puertas giratorias de los políticos.
Paco Jiménez
PCE-EPK
