Opinión

Carta abierta a los responsables de Caja Rural de Navarra

Con esta simple y escueta explicación Caja Rural de Navarra, está manifestando su negativa a devolver lo cobrado de más a los clientes que habían firmado un documento por el que, a cambio de quitarles la cláusula suelo, se comprometían a no entablar reclamaciones extrajudiciales o acciones judiciales.

“El motivo del rechazo a su solicitud es el siguiente: Formalización de un préstamo específico de eliminación de la cláusula suelo pactada en su préstamo, con carácter previo a esta reclamación, que puso fin a la aplicación de la cláusula suelo y cualquier concepto relativo a dicha cláusula”

En la ESTIPULACIÓN TERCERA del documento firmado dice textualmente: ”Se acuerda como pacto esencial del presente Acuerdo que las Partes guarden la más estricta confidencialidad, tanto respecto de los datos personales de los implicados como a las razones que lo han motivado y a no revelar esta información a terceros” – probablemente para no poder recibir asesoramiento jurídico alguno sobre lo que se firmaba.

Analizando parte de este maquiavélico párrafo, se da a entender que el compromiso de no revelar este acuerdo a terceros, implica no revelarlo ni siquiera a los abogados que puedan defender al cliente, e incluso el de no denunciarlo, como yo lo estoy haciendo en estos momentos.

Y termina el escrito: “Y para que así conste y sea cumplido de buena fe se firma el presente documento público por duplicado, en el lugar y fecha indicado”. Lo de “buena fe” no tiene desperdicio.

Este acuerdo es nulo de pleno derecho, ya que el Artículo 10 de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, prohíbe renunciar al legítimo derecho a reclamar.

Además de ser nulo y contrario a La Ley, conlleva la clara intención de engañar al cliente; y la negativa a devolver lo cobrado de más a quienes firmaron ese documento, es fraude de Ley porque se fundamenta en un hecho prohibido por el ordenamiento jurídico, según se recoge en el artículo 6 del Código Civil.

No obstante, este acuerdo firmado, queda anulado tras lo dispuesto en el Real Decreto-Ley 1/2017 de 20 de Enero, de medidas urgentes de protección de consumidores en materia de cláusulas suelo, y que hace referencia a la sentencia dictada el 21 de Diciembre de 2016, por el Tribunal de Justicia Europea, en su Disposición Derogatoria única. Derogación normativa. Dice: “Quedan derogadas cuantas normas de igual o inferior rango se opongan a lo dispuesto en el presente Real Decreto-Ley”

Es evidente que el escrito firmado, además de ser nulo de pleno derecho y contrario a la Ley, va en contra de estas normas que establecen el periodo de devolución de lo cobrado de más, desde el momento que se firmó la hipoteca y no solamente a partir del 2013.

Con la firma del referido documento, quienes lo firmaron no obtuvieron beneficio alguno, con respecto a los que no lo firmaron, ya que a ambos se les quitó la cláusula suelo, con el agravante que a algunos firmantes se “les obligó” a contratar otros productos bancarios como seguros de vida e incluso traslado de nóminas.

La actitud de CAJA RURAL DE NAVARRA, asesorando a sus Directores de Sucursales en estas conductas, distan mucho de ajustarse al código de buenas prácticas, al aconsejar la firma de un documento, a sabiendas que con su actitud y proceder, traicionaban la buena fe, de cuantos clientes optaron por firmar el referido acuerdo.

Si todos hubiesen firmado, habrían intentado conseguir la jugada redonda. En el caso que nos ocupa, intentar quedarse con todo el dinero cobrado de más e incumplir lo dispuesto en el Real Decreto-Ley 1/2017 de 20 de Enero.

Por consiguiente, creo manifestar sin temor a equivocarme, que esta actitud de CAJA RURAL DE NAVARRA, puede entrar a ser catalogada como “Presunta estafa planificada”, ya que cuando presentaron ese documento, sabían de antemano que era una “artimaña”, basándose única y exclusivamente en la confianza que el cliente tenía depositada, en el Director de la sucursal, y que se tradujo en un “caramelo envenenado” para posteriormente, intentar blindarse ante posibles demandas judiciales.

Los Responsables de Caja Rural de Navarra saben que ese dinero que no quieren devolver, legalmente no es suyo; porque si lo fuera, no lo hubiesen devuelto tampoco a los clientes que no firmaron, y eso tiene un nombre, por cierto, con muchos sinónimos.

Esto se traducirá en numerosas demandas judiciales, que dejarán en evidencia, una vez más, el comportamiento desleal y abusivo de ciertas entidades bancarias para con sus clientes.

Julio Mateos Hernández