Opinión

A pedales para frenar el absurdo TAV

A estas alturas ya no se puede insistir más en lo que supone el TAV. Un proyecto despilfarrador de gran número de recursos públicos, un tren sin demanda que apenas ahorra tiempo y una gran losa para las arcas forales. El TAV no solo es chapucero e irregular (recordemos que las obras se empezaron en la Ribera con las declaraciones de impacto ambiental caducadas) sino que es una obra deficitaria para la cual todos los años se destinan decenas de millones de euros mientras desmantelan la sanidad pública, la educación y los servicios sociales.

Desgraciadamente ahorrarse escasos minutos con el TAV es para el Gobierno navarro la máxima prioridad. No les importan ni los pueblos sin escuelas, ni los desahuciados, ni las interminables listas de espera en Osasunbidea. Tampoco la precaria situación de nuestros mayores o el gran aumento de las desigualdades sociales. Para la sociedad las prioridades son otras. Para UPN su bolsillo, y el de sus amigos, es lo primero.

Por ello el 14 y 15 de junio pedalearemos desde Tafalla a Castejón, porque a pesar de ser una cicatriz de 60 kilómetros entre Castejón y Campanas, a pesar de provocar el cierre de estaciones y líneas comarcales, y a pesar de ser una vía de alta velocidad aislada sin conexión ni por el norte ni por el sur, la casta política y empresarial se empeña en seguir con este absurdo a alta velocidad.

Dino Altávez Zarraluqui