Opinión

El Gobierno del cambio

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En respuesta a Jesús María Rodríguez, alcalde de Ribaforada, que venía a decir que el nuevo Gobierno de Navarra tenía que demostrar que efectivamente será el del cambio. Afirmaba que si bien genera ilusión, en principio,  tras 25 años de gobiernos de UPN, al mismo tiempo genera dudas e incertidumbres en una zona donde preocupan especialmente los temas sociales, lejos de los identitarios y/o lingüísticos donde sus habitantes llevan preguntándose porqué siempre les toca viajar en el vagón de cola de la sociedad Navarra. En definitiva, concluía indicando que se trata de poner en marcha soluciones para mejorar los servicios públicos, la actividad económica etc., dudando de todo ello, al no tener el citado gobierno consejeros/as riberos/as. Y en estos momentos al nuevo Gobierno habrá que dejarle trabajar. No han pasado ni los famosos cien días protocolarios normalmente exigidos, denotando una intencionalidad precipitada y exigente.

Cualquier mandatario que se precie debe conocer todas las tierras de Nafarroa, sus problemas, sus circunstancias... Pero en los 25 años de gobiernos de UPN y PSN, a tenor de cómo nos han dejado Navarra y la Ribera, desconocían esta zona. Parece mentira pero en esta última legislatura la gente que se ha sentado en el Parlamento de Navarra ha estado compuesta por un 20% de parlamentarios de la Ribera adscritos a UPN-PP y PSN, un porcentaje digno de tenerlo en cuenta a la hora de saber qué necesita toda la Ribera.

A Navarra nos la han dejado rota. Léase: deuda actual Foral casi igual al presupuesto anual, desaparición de la CAN, exigua defensa ante Madrid en torno al Convenio y, por tanto, a nuestra identidad, problemas con el IVA de VW, etc. De las desastrosas políticas dictadas y aplicadas para esta zona del sur, que yo sepa, estos hombres y mujeres que nos han representado no se han quejado nunca de las mismas,. Al revés, las han acompañado y pondré algún ejemplo claro: despilfarro económico como el de la Ciudad Agroalimentaria, el Circuito de Los Arcos o el de Sendaviva. Políticas cuyo negativo impacto medio ambiental es un hecho, léase centrales térmicas de Castejón. Obras como las de TAV en su tramo Castejón-Villafranca. Admisión a perpetuidad del polígono de tiro de Bardenas. Seguir pagando  después de 35 años  la AP-15. Falta de preocupación ante los escandalosos índices de desempleo, los mayores de la comunidad. Dejación para con el Hospital de Tudela, abandono de Cascos Históricos, etc., etc. Por no hablar de la precariedad del sector agrícola-ganadero, desinterés por los problemas que ocasiona el Ebro, etc. ¿Y ahora nos viene exigiendo lo que ellos juntamente con la derecha pura y dura no han sido capaces de realizar en tantos años?

Pero lo más curioso de todo ello, es que a quien hemos tenido al frente de nuestra comunidad, es decir, los que han sido dirigentes en los últimos años del gobierno de Navarra, como Miguel Sanz, Elena Torres, Roberto Jimenez, Alberto Catalán, etc., todos ellos son riberos. Estos, en mi opinión, sí son los que nos han metido en el vagón de cola, gentes  incapaces de gestionar eficazmente esta comunidad desde  el norte hasta el sur. Además, es del todo gratuito atreverse a poner en duda y de antemano el programa del gobierno recientemente elegido.

No nos venga con la milonga trasnochada de la imposición nacionalista. Esta comunidad hay que gobernarla para todos, sean nacionalistas o no, priorizando en función de las necesidades,  actualizando las pensiones, sufragando la paga de funcionarios, volviendo a la aplicación de impuestos consecuentes con los salarios, haciendo una reforma fiscal progresista, reformando la ley de símbolos, actualizando la ley del vascuence, no marginando a sindicatos de clase. Bastante hemos tenido que aguantar el rodillo UPN-PSN en temas como el euskera, con las ikastolas de la zona no vascofona ilegalizadas, alguna de ellas durante más de 20 años. Radios en esta lengua sin legalizar, no poder captar en condiciones  EITB,  no queriendo tener relaciones con la Baja Navarra. No apoyando en su justa medida a  la cultura vasco-navarra, marginada por políticas intransigentes.

Por último, si la Ribera está en una situación crítica, habrá que observar también de forma solidaria y desde la Ribera a zonas como Sakana, Sanguesa, tierra Estella, Tafalla, o el Pirineo, cuya situación roza el desastre.

Por ello, creo que es hora de favorecer el cambio político y social que Navarra en general y la Ribera en particular necesita, no hay que apresurarse, hay que trabajar y bien. Más de 25 años hemos tenido a los mismos gestores y nos hemos encontrado a Navarra en bancarrota, esperaremos al tiempo, y luego hablamos.

Jose Mari Blanzako

AVV Casco Antiguo de Tudela