Opinión

Los taurinos acabarán con los toros

Así de contundente quiero mostrarme tras el desagradable comportamiento de la empresa responsable de organizar festejos taurinos en Tudela. El día 25 julio, faltando 10 minutos, la puerta de sol tenía un ‘tapón’ de más de 300 personas.

Ante tal situación me arrimé a la puerta de sol y sombra que estaba vacía, comentándoles a los responsables que si eran conscientes de que se podía montar un problema de orden público porque la gente estaba muy agitada. Un señor decidió que fueran pasando también por esa puerta. Durante los días de festejos los porteros dieron muestra de una gran falta de respeto, y más parecían carceleros que miembros al servicio de los que pagaron su entrada.

El colmo fue el bochornoso día 26 (y no lo digo por el viento).

Comenzaré por denunciar que los porteros no dejaron entrar a nuestros extraordinarios gaiteros por carecer de acreditación. A lo que los gaiteros le contestaron si creía que iban así uniformados por ‘colarse’. Por lo cual optaron por marcharse, privándonos así de su impagable presencia a todos los asistentes a dicha corrida.

Ya lo que ocurrió en el interior fue de charlotada.  Empezando por el presidente, regalando orejas a quien no hizo ningún mérito, y negándoselas al único que hizo una gran faena, Juan Bautista, y que el presidente le negó la segunda oreja pedida por toda la plaza.

Sin embargo, sí que otorgó la vuelta al ruedo al mayoral de una ganadería a la que en el caballo ni se le pinchó. Y además tuvimos que ver la vergonzosa carrera de un subalterno corriendo a por una inmerecida segunda oreja detrás de las mulillas.  Estoy de acuerdo en que hay que apoyar a los toreros de la tierra. Pero si se lo merecen.

¿Es con esos comportamientos de falta de respeto al público como piensan llenar las plazas de toros?

En fin, lamento hacer esta crónica tan poco agradable. Dentro de unas fiestas que, como siempre, y este año incluyendo la procesión a nuestra Patrona, fueron magníficas.

Con mis mejores deseos de que el año que viene podamos disfrutar de nuevo todos los lectores de Plaza Nueva de ellas...

¡Viva Santa Ana!

José Luis Ultra Arellano