Opinión

Un debate de otra época

Este lunes hemos asistido a un debate en blanco y negro. Un debate del siglo pasado que se encuentra a años luz del que vivimos la semana pasada. Dos señores que se interrumpían constantemente ante la impasividad de un moderador que no ejerció su trabajo. Discursos en los que el insulto era la fuerza de su argumento y en ningún momento hacían por escuchar a su oponente. Debate de borregos que ha sido un fiel reflejo de los ¿últimos? coletazos de esa política podrida.

El PSOE ha tenido una oportunidad única para dejar muy tocado al PP y sin embargo, Rajoy ha salido vivito y coleando. No solo eso, hoy ha cavado su propia tumba. Si en el anterior debate logró mantener sus votos, el martes perdió el de todos aquellos que no sean acérrimos socialistas. Por su parte, el PP seguirá teniendo sus votos, poco o nada le iban a afectar en este debate. Mientras tanto, Ciudadanos, Podemos y Unidad Popular se frotan las manos a la espera de que el cambio por fin se produzca.

Tras la vergonzosa imagen de este lunes, votar el próximo domingo es más importante que nunca. No habrá mayorías absolutas y nos cansaremos de escuchar una palabra que para mí es fundamental en política: 'consenso'.

No olvidemos que nos estamos jugando nuestro futuro.