Opinión

Jugando con amigos

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Últimamente se está perdiendo la esencia de lo que ha sido y debería ser el fútbol en categorías inferiores: formar, educar y disfrutar.  Recuerdo con ilusión y cierta nostalgia mis primeros goles, nuestras grandes victorias y nuestras entonces dolorosas derrotas; pero lo que sobre todo recuerdo son quiénes me acompañaban en cada uno de esos momentos. No me resulta muy difícil rememorar algunos partidos llenos de épica en un juego que practicábamos con la ilusión y la inocencia de los niños que éramos. Disfrutábamos. También sufríamos, pero ante todo, disfrutábamos.

Hoy en día da cierto miedo ver las presiones que algunos niños, entrenadores o padres inculcan a estos jóvenes ‘futbolistas’ cuando el objetivo principal debería ser educar y divertirse. Asusta ver la irresponsabilidad de algunos que se traducen en comportamientos agresivos e irrespetuosos hacia quienes se reúnen cada fin de semana en los campos de fútbol.

Pese a los bonitos (y utópicos) sueños de todos estos jóvenes que juegan al fútbol, son muy pocos los llamados a aparecer cada verano en las tarjetillas de fútbol y algunos están vendiendo el mensaje de que “todo vale para ser el mejor”. ¡No, que disfruten los niños jugando a fútbol, que disfruten con sus compañeros y amigos! Que aprendan a perder… y también a ganar. Que aprendan a respetar a sus rivales, a los árbitros y a sus compañeros. Que aprendan que el fútbol es un deporte y si lo practicas con tus amigos, lo disfrutas el doble.

Ojalá dentro de unos años puedan recordar con total claridad sus primeros goles, sus grandes triunfos y también sus derrotas. Ojalá, que dentro de muchos años, quienes un día les acompañaban en los campos de fútbol, tanto con su misma camiseta como con la camiseta rival, puedan recordar todos estos momentos con una sonrisa en los labios. Entonces habrá merecido la pena jugar a fútbol.

Iker Sesma López

Periodista de Plaza Nueva