Opinión

“Esto es lo que hay”

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Comparto la indignación de nuestro Alcalde de Tudela sobre esta famosa frase, que hará historia, de Miren Aranoa de Bildu, pero quedo muy sorprendido de su extrañeza ante la postura del Departamento de Cultura referida a la diferencia entre ser un organismo sin ánimo de lucro (como Fundaciones y Asociaciones) y los ayuntamientos u otras entidades públicas. Ya que tal diferenciación, aunque sea alucinante y estúpida, es la misma que aplica el Ayto. de Tudela, y todas las instituciones navarras, lo cual es conocida y aplicada por todos los funcionarios.

Creé en el año 2008 una empresa para el desarrollo cultura de la Ribera en el campo de las artes escénicas. Se llamaba “La Locura de Ángel”, y cuando, en múltiples ocasiones, me dirigí a este ayto. y al gobierno de Navarra la contestación fue siempre la misma. Las colaboraciones y subvenciones, legalmente, sólo podían desarrollarse con entidades sin ánimo de lucro, es decir, asociaciones y fundaciones culturales.

Tanto es así, que hasta la simple mención de mis actividades en la Agenda Cultural de Tudela eran desechadas por este motivo, y en palabras de todo el funcionariado local afecto.

Pero este hecho también es conocido perfectamente por UPN, ya que son ellos los que hicieron cumplir esta normativa, por la que los teatros municipales se subvencionan a través de la Red Navarra de Teatros, y otros muchos medios (sólo de índole pública, no para privados) y las líneas de ayudas a las agrupaciones sin ánimo de lucro.

"El Gaztambide debería ser el Palacio de Congresos y Auditorio de Navarra y la Ribera"

Así, mientras mi empresa cultural colaboraba con el Ministerio de Cultura Nacional, los departamentos del Gobierno Vasco, Aragón o Cataluña, en Navarra era imposible. Aún así conseguí, con el Instituto Navarro de la Juventud, el desarrollo de dos programas para grupos juveniles navarros (aunque, claro, de la Ribera sólo entró un grupo, jajaja) y la entrada de Navarra al proyecto de Artistas en Ruta nacional, al que, inexplicablemente, no pertenecía.

Una organización sin  ánimo de lucro, como la Fundación Barañáin, la Escuela Navarra de Teatro, o los Amigos de la Ópera del Gayarre, no es que trabajen gratis, sino que no persiguen fines de beneficio empresarial, lo que no es óbice para que ostenten sueldos e ingresos por sus actividades subvencionadas y sin riesgo patrimonial que realizan.

Así nos encontramos con navarros que llevan más de 35 años cobrando sueldos de 5000 €/mes dentro de estas agrupaciones, y las mismas crearon uno de los primeros lobbies oficiales ante el Gobierno de Navarra en defensa de sus intereses ante los recortes del 2013, que amenazó con dejarlos fuera del pesebre foral.

Por otro lado, es bueno recordar, que tanto el Auditorio Baluarte como el Teatro Gayarre, en datos de hace unos años, perdían 5 y 2 millones, respectivamente, al año. El primero sufragado por el gobierno y el segundo por al Ayto. de Pamplona, que cuenta con una carta de capitalidad que le otorga presupuestos especiales de toda Navarra, y que la ciudad de Tudela aspira a tener.

El Teatro Gaztambide debería ser el Palacio de Congresos, Auditorio y Centro no de Tudela, sino de Navarra en la Ribera, y por lo tanto, ser considerado, no como un teatro de pueblo, sino como una infraestructura cultural y económica básica en nuestro desarrollo.

Ángel Guillén

Empresario ribero