Es este un mensaje dirigido a plataformas, foros, tribunas y espacios que están proliferando a causa de la situación actual y futura de muchos y muchas pensionistas.
Gran parte de estas gentes, tras dedicar su vida al esfuerzo y trabajo de sus ocupaciones, se ven abocadas a mal vivir con ingresos más que insuficientes incapaces de sobrellevar una existencia digna. La vida sin dignidad no es tal: se convierte en sobrevivencia. Inaceptable.
Ante los numerosos y más que razonables motivos de sus reivindicaciones, quiero romper una simbólica lanza en favor de aquellos colectivos que, dada la realidad de nuestros días, ni siquiera tendrán la opción de contar con una humilde y modesta pensión. En efecto, me refiero a aquellos y aquellas que les pilló la crisis de lleno con 40 y tantos, con 50 años, y que, previsiblemente, no volverán a trabajar. Son los y las que, habiendo cotizado 15,20,25 ó más años, probablemente no lo harán en los últimos 15 años de su vida laborable. No han trabajado desde entonces, no trabajarán, no cotizarán y no cobrarán la más mínima de las pensiones. Entre papá estado y mamá hacienda será devorado lo cotizado.
Plataformas, espacios y foros: Incluid en vuestro ideario reivindicativo a los que, marcados por el estigma de la edad, no se resignan a un futuro de inactividad y discriminación. Y tener presente que, lamentablemente, el único idioma que entienden los que nos administran es la lengua de los votos.
