El 22 de mayo se produjo, como todos ya sabemos, un atentado en un concierto de Ariana Grande en Manchester. La mayoría de las víctimas, que con probabilidad seguirán aumentando en las próximas horas y días, son jóvenes, adolescentes y niños. Es normal que ante un acontecimiento como este, tan sumamente imprevisto, sean muchos los que decidan compartir imágenes en sus redes sociales.
Sin embargo, en este texto pretendo focalizar la atención en aquellos que, a lo mejor en un alarde de ignorancia o simplemente por una cuestión de falta de inteligencia emocional, deciden publicar o compartir noticias u opiniones que banalizan esta clase de atentados por el simple hecho de que “en Siria pasa todos los días”. Pues bien. Es cierto que en Siria se produce el asesinato de menores todos los días, ¿pero es que por ello no deben compartirse imágenes de un atentado ocurrido cerca de nosotros? ¿Es que porque en Siria se muera más, merece ser menos reconocido el asesinato cercano?
Algunos de estos individuos acostumbran a excusar su metedura de pata alegando que se trata de concienciar a la gente. ¿Es que acaso hay gente que quiere que mueran niños en Siria? ¿Es que por compartir información sobre lo acaecido en Manchester creemos que unas muertes valen más que otras? Pues miren ustedes, si tan preocupados están por los asesinatos de niños en Siria, no sé por qué se limitan a denunciar esa injusticia de tratamiento occidental exclusivamente cuando ocurre otro atentado. Si tanto les irrita, enfada y tanta tristeza les produce la muerte de niños en Siria, ¿por qué no hacen mención a ellos todos los días? ¿por qué lo hacen únicamente cuando han muerto personas en Francia, Inglaterra o Bélgica? ¿Es que creen que se preocupan más que los demás por poner eso el día en que se producen otros atentados en países europeos?
Cerremos el argumentario con un pequeño ejemplo, de manera que hasta usted, si es de los que comparte esta clase de imágenes banalizando el horror de la Europa occidental porque en Siria “hay más atentados”, pueda entender esta posición. Los medios de comunicación dan mayor trascendencia a lo ocurrido cerca, exactamente igual que lo hace usted en su vida cotidiana. Imagínese que está en la plaza de su pueblo y una vecina le cuenta que a un conocido le han amputado una pierna. ¿Debería usted responderle que en el pueblo de al lado ha fallecido el marido de otra persona y que debería preocuparse más de eso que no de la amputación? Cualquiera pensaría que usted es idiota por hacer eso. Pues bien, algo así ocurre cuando se produce un atentado en alguna región de la Europa occidental y hay quienes comparten imágenes y opiniones al son del “y en Siria más y no te quejas”. Como si nosotros no tuviéramos alma y ustedes fueran seres de bondad, los cuales paradójicamente callan el resto de días del año.
