Opinión

El poder de la información

Hoy más que nunca, tenemos a nuestro alcance la posibilidad de acceder y adquirir información de los temas más variados. Estamos en la época del conocimiento. El acceso a la “red” nos permite conocer lo más variados temas. Es una herramienta de un valor incuestionable.

Pero no es oro todo lo que reluce. En la red hay conocimientos de calidad a los que se puede acceder, pero también muchos que no tienen rigor. Para publicar, no se exige un mínimo de calidad en el contenido, ni siquiera veracidad. Por todo lo cual, es muy importante elegir las fuentes a las que se acude; que sean de garantía. En las redes sociales, hay muchos datos sesgados e interesados. Mucho cuidado con las afirmaciones o noticias en las redes sociales (Facebook, Twiter, etc.), muchas de ellas son interesadas y no están contrastadas, y algunas de ellas son claramente falsas.

La televisión es otro poderoso medio. Generalmente los programas sobre temas concretos suelen ser de calidad y fiables, aunque a veces expresan opiniones que hay que tamizar y contrastar. Si son de temas políticos, son sesgados, a veces hasta límites que rayan la inmoralidad, y ponen en entredicho la profesionalidad de los periodistas y reporteros, que están al servicio de las ideologías de las cadenas que les pagan. ¡Nos venden adoctrinamiento bajo el epíteto de información!

Otro aspecto a analizar son los anuncios en TV. Muchos aportan datos claramente falsos. La finalidad es que el ciudadano compre, pero nos engañan sobre las propiedades del producto en cuestión con una puesta en escena dirigida, no a informarnos verazmente del producto, sino a que lo consumamos. Es otra de tantas corrupciones.

Debemos ser críticos con lo que tratan de vendernos, sean ideas políticas o productos.

Ángel Cornago Sánchez

Médico Humanista