Opinión

Bardenas: hacia un territorio más sostenible

Coincidiendo con el Día del Medio Ambiente, que se celebra ayer 6 de junio. Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción y SEO/BirdLife realizan una propuesta sobre Bardenas, para que este territorio sea más sostenible. 

El territorio de Bardenas es uno de nuestros mejores y más representativos hábitats esteparios. La finalidad de esta propuesta es tratar de preservar y fortalecer esos valores. Desde Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción y SEO/BirdLife solicitamos convertir Bardenas en un territorio 100% ecológico. A su vez, es preciso revertir cierto avance que se ha dado a lo largo de los últimos 100 años en cuanto a la extensión que ocupa la agricultura. Esto significaría el fortalecimiento de los altos valores esteparios que encierra este territorio y traería innumerables beneficios. 

Bardenas siempre se ha caracterizado como un territorio en el que conviven diferentes usos humanos como el agrícola y ganadero con territorios no roturados con altos valores esteparios. Por este motivo Bardenas se protegió medioambientalmente en 1999 con la figura de Parque Natural. Un año después fue declarada por la UNESCO Reserva de la Biosfera. 

Pero tal y como demuestran diferentes estudios el avance de la agricultura es innegable. Se calcula que en los últimos 100 años la agricultura ha ganado 17000 hectáreas para nuevos cultivos. Este avance ha sido posible gracias a la utilización de maquinaria y persiste ayudado por las ayudas de la Política Agraria Común.

Es necesario que las zonas con mayor valor ambiental, y menor valor agrícola se reviertan a zonas naturales. De ese modo se aumentarían las zonas esteparias naturales, favoreciendo también a las aves, anfibios, reptiles e invertebrados que habitan estos lugares. 

Por lo anteriormente expuesto solicitamos al gestor del parque natural de Bardenas que realice un estudio y calendarización para en 10 años revertir esos territorios agrícolas infructuosos cómo hábitats esteparios. A su vez pedimos que se convierta el Parque Natural de Bardenas en un verdadero reservorio para la flora y la fauna esteparia convirtiendo ese territorio en 100% ecológico.

Las Bardenas, deberían tener un sello de calidad ambiental y por ello de calidad alimentaria, en el que sean desterrados los plaguicidas y los abonos minerales. El que se desarrollen en Las Bardenas proyectos de agricultura y ganadería ecológica, favorecerían tanto a la tierra, como a la vegetación y a toda la fauna asociada a este territorio con elevados valores ambientales. 

A su vez solicitamos el mantenimiento de los barbechos en  la época de cría de las aves esteparias. Pongamos de relieve la delicada situación de especies que como el sisón caminan hacia su extinción. Es obligación de los Gestores del Parque Natural de Bardenas hacer todo lo posible para salvaguardar estas especies. Por todo lo cual se deben prohibir el laboreo y roturación de los barbechos, entre los meses de abril y junio, y esperar a hacerlo tras el periodo de cría. Para este cometido se pueden buscar ayudas agroambientales a través de la PAC. Creemos que en un parque natural debería primar la ley 42/2007 de Patrimonio Natural y Biodiversidad, máxime para proteger a especies sumamente amenazadas.

Los plaguicidas 

Los plaguicidas de síntesis son sustancias diseñadas para combatir plagas principalmente en la agricultura. Están diseñados para ser absorbidos por las plagas objetivo, penetrar a través de las membranas biológicas y llegar al sitio donde ejercen su acción tóxica, a menudo una enzima o una proteína. Como resultado, tienen el potencial de entrar en las células vivas y causar toxicidad a nivel molecular. Están diseñados para actuar como tóxicos contra los organismos a los que pretenden combatir, pero también pueden dañar a otros seres vivos. Dentro de los plaguicidas algunos son disruptores endocrinos y tienen capacidad de afectar al sistema hormonal de animales y seres humanos. Diversos estudios han mostrado como la exposición a mezclas de plaguicidas disruptores endocrinos puede multiplicar la toxicidad. La mayoría de estas sustancias son insecticidas y herbicidas, y en menor medida fungicidas.

Además, la elevada estabilidad de algunos plaguicidas les permite persistir en el medio ambiente y los tejidos vivos, acumulándose a lo largo de la cadena trófica. Son precisamente estas propiedades de toxicidad y estabilidad, las que los convierten en agentes contaminantes nocivos, con elevados costes para la salud y el medio ambiente. Niveles bajos de estas sustancias químicas pueden interferir con el sistema hormonal, inmunológico y nervioso generando daños en la reproducción, malformaciones en órganos, disfunción metabólica y enfermedades, con un gran impacto en la vida silvestre.