Es una cuestión manida, pero sigue siendo un asunto sin resolver. El comercio y las empresas de servicios se preguntan en Tudela cuándo se racionalizará la instalación y el desmontaje del vallado del encierro que, desde hace años, ajeno a quejas y sugerencias, se monta y se desmonta con demasiada antelación, restando a la ciudad unas plazas de aparcamiento muy necesarias para ofrecer agilidad a ciudadanos y visitantes, además de aportar riesgos innecesarios a la seguridad vial.
Sin duda, de año en año, se ha mejorado la cuestión, pero sigue siendo un hecho que se hace en un intervalo demasiado largo de tiempo.
En Pamplona, justo después del último encierro del día 14 el tablado queda desmontado, ¿porqué no podemos aquí aspirar a algo similar?