El Parlamento de Navarra se puso ‘estupendo’ el día 20 con una rimbombante declaración en la que reforzó “su compromiso con la promoción y protección de los Derechos de la Infancia”, y ahí quedó todo.
Por unanimidad, reconoció los avances, se advirtió sobre la amenaza del cambio climático y se llamó al compromiso para dar respuesta a los desafíos en materia de “bienestar y protección”, pero nada más.
La realidad, sin embargo, es muy otra: según la ONU, a diario mueren 15.000 niños menores de cinco años, y aquí estamos, como siempre, mirándonos el grueso ombligo sin pensar en nada más. ¡Triste realidad!
Un informe de Unicef destaca su preocupación por la tendencia detectada en los recién nacidos: a diario mueren 7.000 bebés que no han llegado a cumplir los 28 días y, el resto del mundo, sigue mirando hacia otro lado.