Opinión

Conectar la desconexión

Cual martillo de fragua, sigue el sentido común acerca de lo que nos rodea, golpeándonos en el día a día.La intensidad de los acontecimientos a niveles tanto profesionales como personales, nos impiden disfrutar de el gran regalo de la vida, que es vivir. Es una situación/sensación que silenciosa se posiciona de forma cotidiana y que aunque en momentos reflexivos la vemos, no hacemos nada para cambiar de manera de ser. Los cambios en este sentido no deben de ser bruscos porque de ser una persona justa, cabal, no se puede pasar a ser una persona extrovertida, empática, afable, amable, de la noche a la mañana. Los tiempos de relax como nuestras fiestas, son el escenario perfecto para ensayar y crecer en comportamientos personales que el resto del año no hemos tenido, quizás nunca. Bajo este clima de fiesta y jolgorio, podemos probar a ser de otra manera, amparados por Santa Ana y ver cuales, son los resultados de este nuevo yo. En fiestas, las personas cambian aunque solo sea por días, este cambio de actitud sobre el comportamiento cuando hay un hecho predeterminado de ser “feliz”, es digno de estudio. Nuestras fiestas son tranquilas, humildes, amables, y solo espero y deseo que todos tengamos salud para disfrutarlas.