Opinión

Emoción frente a razón

Vuelven las fiestas de Tudela en honor a nuestra patrona. Vuelve el blanco y rojo, el olor a albahaca, la música, el baile, la jota, la alegría, la familia, la amistad. Las fiestas de Santa Ana implican la oposición de binarios tales como ocio frente a trabajo, excepcionalidad frente a cotidianidad, emoción frente a razón, tradición frente a modernidad.

A parte de la maravillosa celebración debemos reflexionar que esta fiesta en honor a Santa Ana constituye un caso especial ya que, al mismo tiempo que comparte las características propias de cualquier otra fiesta, posee una doble particularidad: tiene un origen religioso y está fuertemente marcada por nuestra filosofía de vida de Tudela y Navarra. 

Sus rituales nos hacen más humanos y nos recuerda que todos somos parte de una misma familia tudelana. Que no se pierdan estas costumbres, ritos y tradiciones deben ser parte de la agenda del gobierno, ayuntamiento, entidades privadas y grupos sociales. Las generaciones venideras nos agradecerán conservar este patrimonio y riqueza cultural de Tudela. Así nos lo transmitieron nuestros padres y así debemos donárselo a nuestros hijos. Felices fiestas en paz y armonía.

Viva Tudela, viva Navarra, viva Santa Ana.