Opinión

El XXV aniversario deberá trasladar una verdad única

Las XXIV Jornadas de Exaltación y Fiestas de la Verdura podemos considerarlas como exitosas en cuanto a la afluencia de personas y el ambiente festivo que hemos vivido en Tudela y los diferentes municipios de la Ribera. Desde estas líneas mi agradecimiento a todas las personas que lo han hecho posible con su colaboración. Habiendo sido catalogadas en este año como Fiestas de Interés Turístico Foral, paso imprescindible para lograr el Nacional, y habiendo abierto el espectro al conjunto de la Ribera, consideramos que deberían plantearse dos reflexiones fundamentales de cara al futuro.

En primer lugar, el hecho de que las Jornadas son una construcción colectiva, en la que la coordinación y comunicación entre los diferentes agentes (Ayuntamientos, Gobierno de Navarra, Orden del Volatín, Sociedades gastronómicas, Peñas, sector hostelero y turístico y un largo etcétera), es fundamental para el buen devenir de las mismas. 

El todo debe estar por encima de los intereses de las partes, cuestión evidente, pero sobre la que habrá que profundizar.

En segundo lugar, deberemos poner el foco en la sostenibilidad, en ofertar calidad y en no separarnos de la tierra, del campo y del hortelano. 

Si llegara el momento en el que la demanda superara con creces la oferta (oferta de calidad, de producto fresco y de temporada), correríamos el riesgo de morir de éxito y devaluar el actual nombre que tienen nuestros productos y nuestra cocina.

Vamos rumbo al XXV aniversario y deberemos demostrar que somos capaces de la oferta a la demanda, desde lo culinario, hasta la venta de producto, desde el complemento cultural, lúdico y patrimonial, hasta un evento del sector agroalimentario de referencia a nivel nacional y lograr trasladar a quien nos visite que va a disfrutar, sentir y vivir la verdura en su esencia, a través de nuestra verdad… que es única.