Opinión

Una reflexión para las fiestas

La fiesta se asocia con alegría, jolgorio, excesos y ruptura de la normalidad; y todos esos sentimientos van creciendo conforme se acercan nuestras fiestas de Santa Ana. La ciudad también se transforma: se engalana y da lo mejor de sí misma para este acontecimiento. Las fiestas siempre tienen continuidad en la memoria colectiva de los que nacemos y/o vivimos en Tudela. Por el buen recuerdo de nuestras vivencias anteriores siempre esperamos que cada año sean las mejores; y así se lo deseo a Vds.

Este año me permito hacer una reflexión; ha habido un cambio en la Corporación, tal como lo ha decidido la ciudadanía, pero creo sinceramente que Tudela y, por extensión, la Ribera ha experimentado en estos últimos cuatro años un proceso de transformación muy positiva, tanto en el crecimiento de inversiones (más de 10 millones de € en ejecución) como en proyección cultural (Tudela ciudad de cine), gastronómica (la fiesta de la Verdura es una referencia nacional), social (reducción de la pobreza y la desigualdad) y económica (creación de empleo), que ha supuesto un cambio de paradigma, abandonando el “victimismo” tan cómodo de echar la culpa a los demás, y ha reforzado la confianza en nuestras propias posibilidades.

Ha supuesto un revulsivo necesario después de tantos años de inercias y desidia para sentar las bases de una ciudad que mira al futuro con esperanza y optimismo.

Por ello, solo espero que las rencillas y las políticas a ras de suelo no sean las señas de identidad de la nueva corporación y que sus dirigentes sean capaces de levantar la mirada, poner las luces largas y, entre todos, proyectemos el modelo de ciudad y de comarca que queremos en el futuro, continuando el camino ya iniciado. La ciudadanía se lo agradecerá.

Felices fiestas de Santa Ana.