Me niego en rotundo a encasillar el vermut en una hora ¿no os parece una hora muy corta? rompamos la idea de que sólo se toma al medio día. Si bien es cierto que es un gran aperitivo para las horas previas a la comida, también nos puede acompañar al atardecer.
El vermut es una bebida que ha ido evolucionando con el paso de los años, tanto por su elaboración como por su consumo. En principio fue una bebida con fines medicinales que abría el apetito y combatía problemas digestivos, gracias a las propiedades del ajenjo. Con el paso del tiempo, surgió el vermut tal y como lo conocemos actualmente gracias a Antonio Benedetto Carpano. Su consumo a partir de entonces ha sido hedónico y relacionado con el aperitivo. Llegados a este punto, es el momento de darle una vuelta y adaptar su consumo al momento que a cada uno le plazca, ya sea sólo, con hielo, en forma de Negroni, de Manhattan, de Cocktail americano, de Chispazo, o bien dejando volar la imaginación para convertir al vermut en el nuevo Gin tonic.
Y si estáis indecisos entre vermut blanco o rojo, no decidáis, combinadlos al 50%. Probadlo y ya me contaréis.
Os deseo a todos unas muy felices fiestas.
