Opinión

¿Qué somos y qué queremos ser?

¡Año nuevo, vida nueva! reza el dicho castellano, y en un año lleno de encrucijadas, como éste, esa paradoja lo es aún más.

Qué somos y qué queremos ser está en permanente discusión y en abierto e intenso debate.

Inglaterra  prima su flema propia por el camino lógico de la Unión y la colaboración. Y nosotros, cada vez más ensimismados y egoistas, nos miramos el ombligo este año de pleno electoral en el que nos lo jugamos todo, pero nada parece preocuparnos más allá del blanco o el negro, el rojo o el azul, la izquierda o la derecha de esa permanente gesta que consiste en amilanar al otro, doblegarlo, en lugar de avanzar y crear...

Curiosa forma la nuestra de simplificar una realidad cambiante, llena de retos que más que nunca nos está poniendo a prueba y que exije como nunca una sinceridad y una limpieza alejadas de nuestros hipócritas, arrogantes y ególatras corazones.

Las próximas generaciones pagarán con creces nuestros errores, aunque eso nunca ha importado... ¡El que venga atrás, que arree! parecemos pensar, despreocupados, sin demasiada lógica ni sentido, subyugados por esta fiesta permanente
de consumo absurdo.

El año nuevo, sin duda, nos traerá más de lo mismo, es decir, esta lujuriosa aberración que consiste en estar, sin ser, ni saber qué somos, qué queremos ser, ni hacia dónde vamos. Digan lo que digan, pensemos lo que pensemos que, evidentemente, es bien poco.