Opinión

¿Para qué sirven?

Las espadas llevan demasiado tiempo en alto. La política y los políticos atraen la atención de forma desmedida e innecesaria, en tanto perpetúan su inutilidad.

En lugar de cumplir su función, se prodigan en manifestaciones vacías en las que destacan, sobre todo, que no pactarán con nadie... ¿Entonces para qué sirven?

Se entiende la de la política, como la figura del mediador que, defendiendo firmemente una postura determinada, se sienta en el Parlamento para “parlamentar”, es decir, primero hablar y entenderse y luego pactar. Sin embargo, nos encontramos con una nueva “casta”, iletrada,
insulsa y cortoplacista,
que detesta al contrario y niega toda colaboración...  ¡Esa no es su función!