Nadie lo duda, hemos perdido el oremus. Es una obviedad como que sale el sol cada mañana. Pero no nos equivoquemos, a los que mandan les interesa tenernos absortos en nulidades o bucles negativos y turbios. Es el autocontrol del individuo lo que buscan. Que es muy rentable y da réditos en todos los órdenes, sobre todo en el económico y el político. Esta dictadura del miedo les resulta así muy fácil, es su democracia de la inacción. Por ello meten tanto ruido con todo tipo de hechos, acciones y contiendas, para hacernos creer que la realidad que vivimos en la calle y que palpamos cada día es otra o, en cierto modo, menos sana y normal de lo que creemos. Sin embargo, hay que empezar a ponerle freno desde el sentido común y la razón, si queremos, de verdad, construir una sociedad de individuos libres, autónomos, independientes y únicos. Es decir, de personas.
No debemos caer por ello en el engaño, ni permitir que el desánimo nos inunde al provocar éste que creamos que todo es malo, negativo, interesado, tosco, burdo y maleducado. Imploremos a la verdad y aboguemos por la educación, de verdad y el respeto. Lo demás es, a la postre, hacer de las consecuencias el motivo, y no son así las cosas.
Mariano Navarro Lacarra
Director
