El pintor tudelano, Ismael Loperena, ha presentado esta tarde el que será su propio ataúd cuando fallezca. El artista ribero ha sorprendido con su nueva obra de arte que utilizará el día de su entierro. Aunque Loperena ha revelado que la verdadera intención es que una vez celebrada la ceremonia de su sepelio sea enterrado en un sudario distinto y este ataúd se subaste parea fines benéficos.
El ataúd es blanco y está decorado con diferentes signos muy reconocibles dentro de la vida del autor. Las letras cobran especialmente protagonismo en esta obra y, rodeando a todo el ataúd, se puede leer el Padre Nuestro, "para mí es una gran poesía, es una oración de un hombre hijo del Amor, es decir, Hijo de Dios", ha indicado Loperena. No son las únicas palabras que aparecen, ya que está también escrita una poesía de Teresa de Ávila: "Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda. La paciencia todo lo alcanza, quien a Dios tiene nada le falta: sólo Dios nasta", a lo que el propio pintor le ha querido añadir al final "Dios = Amor". Loperena ha querido destacar que "en las frases que hay en el ataúd expreso los sentimientos que he desarrollado y que me acompañan en mi vida diaria; creo que la gente los entenderá y espero que a muchas personas le puedan servir para su propia vida".
En la parte inferior aparece pintado Castildetierra, mientras que en la superior se aprecia claramente una vista de Tudela desde el puente del Ebro. A lo largo del ataúd se pueden ver otras figuras como un dolmen; dos columnas que vienen a representar a las iglesias, mezquitas y sinagogas; una calavera; o un retrato realizado de la suma de un 6 y un 4, a lo que el propio autor ha recordado a "esos primeros dibujos que haces cuando eres niño".
