Con la doble finalidad de homenajear a uno de los productos más característicos de la tierra y de ayudar a las bodegas y cooperativas “ya que no pasan por muy buen momento”, el Ayuntamiento de Cascante decidió organizar una jornada dedicada a los caldos riberos en la que participaron ocho bodegas, dos de ellas de la propia ciudad.
El pasado domingo fue el día elegido para este particular tributo, que contó con gran aceptación, y en el que no faltó una pisada de uva y visitas guiadas a las bodegas cascantinas. “La verdad es que fue bastante bien. Preparamos 500 catavinos de cristal grabados con el anagrama del 375 aniversario de la fundación de Cascante como ciudad y se agotaron antes de terminar la mañana”, explicó Antonio Irujo, alcalde de la ciudad.
Tras esta primera experiencia, y a pesar del éxito obtenido, el primer edil aseguró que de cara al año que viene se mejorarían cosas. Una de ellas podría pasar por modificar la fecha, para evitar coincidir con la fiesta que también le dedica al vino Olite. “Es muy pronto para decir cuándo será exactamente, pero podríamos cambiarla a antes o después de la cosecha”, explicó al mismo tiempo que afirmaba que, tal vez, con dedicar la mañana a la celebración fuese suficiente. “Tendríamos que potenciar la mañana y también aumentar el número de catavinos porque un buen vino servido en vaso de plástico, no es lo mismo”, dijo.
