Opinión

En busca de soluciones para las efímeras

Ecologistas en Acción de La Ribera anima al nuevo Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Tudela a buscar soluciones que combinen la seguridad vial, soluciones técnicas en la instalación eléctrica y la protección del medio ambiente para poner en valor y preservar las efímeras.

Desde nuestra entidad se quiere agradecer la rápida respuesta del Ayuntamiento para responder a nuestra propuesta de apagado de las luces del puente del Ebro de Tudela. Pero el trabajo de la Concejalía de Medio Ambiente no se debe quedar en la aportación de las conclusiones presentadas respecto a seguridad vial o situación de la red eléctrica en la zona. Se nos comunica que por el puente del Ebro transitan coches y personas, y que por ese motivo no se pueden apagar las luces. Además se nos indica que el apagado de las luces del puente no es posible por ir esa fase en la misma que da servicio a las empresas y viviendas que están en la margen izquierda. 

Desde el Ayuntamiento de Tudela se debe seguir trabajando en este tema y no darlo por finalizado. Respecto a la información solicitada a Policía Municipal y que hace referencia a la seguridad vial podemos añadir lo siguiente: En el puente hay en total 33  farolas. El número de lámparas por cada farola es de 3.  Lo que hace un total de 99 lámparas. Apuntamos que para la distancia de 310 metros es un número muy elevado de lámparas y que hay calles en Tudela que ni de lejos tienen tal cantidad de iluminación. Por tanto respecto a la seguridad es posible reducir su número. Respecto a la justificación técnica que explica que todo ese sector va en la misma fase se debe trabajar por independizar la iluminación del puente del resto. También se podría haber consultado a técnicos del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra que hubieran aportado otra visión más sensible hacia la preservación de las efímeras. No queremos pensar que se haya querido dar una respuesta consultando en una única dirección.

Por tanto, ante los problemas encontrados es necesario buscar soluciones que decanten, esta vez, el fiel de la balanza hacia la protección del medio ambiente. Se trata de reducir la iluminación de modo que se garantice la seguridad vial al tiempo que se combine la preservación de la efímera, independizando el puente de los servicios a prestar en la zona en fases diferentes. Cuanta menos contaminación lumínica haya en el puente mejor. Desde luego que esta medida es excepcional y solamente debería ser aplicable los días de mayor eclosión, unos pocos días que pueden ir desde mediados de agosto a mediados de septiembre y durante 1 sola hora, en la primera franja sin luz diurna.

Pudiera parecer que el tema de las efímeras es un tema menor, porque tenemos tendencia a no apreciar lo cercano y a poner el foco en lo lejano. Por supuesto que los incendios en el Amazonas son terribles y pueden tener desastrosas consecuencias para el Planeta; también la gigantesca isla de plástico formada en mitad del Pacífico; al igual que el preocupante deshielo en Groenlandia y muchos otros temas. Pero sucede que mientras todos los focos se dirigen hacia estos grandes temas otros pasan desapercibidos, ignorados por la mayoría o incluso no valorados o denostados. 

Las efímeras, guste o no, se conozcan o no, forman parte del Patrimonio Natural más cercano. Y pertenecen a este Patrimonio como la Puerta de la Catedral lo hace en el Arquitectónico y Cultural; o como pertenecen al Patrimonio Cultural el tomate o la alcachofa. Y aunque esos “bienes” no nos pertenecen sí que tenemos la obligación de ponerlos en valor, preservarlos y no atentar contra ellos.   

Entendemos que las decisiones las toman los organismos competentes atendiendo a todas las cuestiones. Pero resulta curioso, preocupante y a veces indignante que siempre se ponen excusas, argumentadas o no, para defender el Medio Ambiente. Y que la mayoría de las veces el medio ambiente pierda, y los otros intereses se impongan. 

Esperemos que se trabaje para que la balanza se decante hacia la protección del medio ambiente, y ojala se ponga en valor este fenómeno natural tan relevante. Único como nuestra Puerta del Juicio o nuestras verduras. Y por qué no, puedan surgir alrededor de la eclosión de las efímeras algo reseñable, se conviertan en algo más y pasen a formar parte también del Patrimonio Cultural, porque la gente las conozca. Animamos al Equipo de Gobierno a que mantenga todas las vías abiertas para buscar soluciones y a convertir a las efímeras en algo “propio”, en algo “nuestro”. En sus manos está trabajar para solucionar el problema.