Sufrimiento Innecesario

Es posible que la proximidad de la Navidad que estés deseando que pasen estas fechas, mientras otros anhelan que lleguen. 

Sufrimiento Innecesario
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Es posible que la proximidad de la Navidad, no te haga sentir bien. Que te sientas extraña por sentir desánimo cuando todos sienten alegría. Que estés deseando que pasen estas fechas, mientras otros anhelan que lleguen. 

Hay sutiles formas de sufrimiento que hemos dejado de atender por haberse “normalizado” en nuestra cotidianidad. Sin embargo, son la fuente de nuestra infelicidad: irritación, ira, estrés, queja, resentimiento, impaciencia, insomnio, desconfianza, falta de tiempo, melancolía… Reconoce estas formas sutiles de sufrimiento cuando se presenten. Si te hacen sufrir a ti, seguramente también hagan sufrir a los que te rodean. Hacerte consciente de estos mecanismos, es el primer paso para superarlos. 

Nadie quiere sufrir, sin embargo todos sufrimos por algo. ¿Cómo es posible boicotearnos de esta forma? Porque nuestra actitud no es la acertada. Por contradictorio que parezca, para alejar el sufrimiento primero tenemos que acogerlo, darle un lugar en nostros, aceptarlo. ¿Por qué?, porque igual que un dolor físico tiene la misión de alertarnos de algo que no va bien en nuestro cuerpo, el dolor psicológico nos advierte de algo que debemos atender a nivel existencial. Al admitirlo, estamos respetándolo, permitiendo liberar su preocupación, su frustracion… y lo más importante; su mensaje. 

Esto implica “sufrir conscientemente”, situándonos por encima de él, controlando su expresión. A partir de ahora, este sufrimiento no se ha instalado en ti, sino que tú le estás consintiendo estar ahí. Y al verse reconocido, disminuye. Tanto… que deja de doler.

El sufrimiento es necesario, hasta que deja de serlo.

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