Psicología

La salud mental también se cuida y los problemas mentales también se cogen

Es necesario contribuir a la creación de una sociedad en la que hablemos sin culpa de nuestros trastornos mentales, síndromes, hábitos, miedos u obsesiones

Es necesario contribuir a la creación de una sociedad en la que hablemos sin culpa de nuestros trastornos mentales, síndromes, hábitos, miedos u obsesiones, al igual que hablamos de nuestros resfriados, tumores o cardiopatías, porque “la salud mental también se cuida y los problemas mentales también se cogen”.

Las enfermedades mentales se sitúan en un continuo, con lo cual, no existe todo o nada, esto es, que todos estamos colocados en una línea que va de menor a mayor intensidad y que dependiendo de donde estemos situados se convertirá en un problema que dificulte nuestra vida o no lo hará. Así de sencillo, ¿a quién no le pareció ver algo que no estaba alguna vez?, ¿Quién no se obsesionó con algún amor, examen o conflicto?, ¿a quién no le dio por comer demasiado, o se le cerró el estómago?, ¿quién no pasó vergüenza al hablar en publico o le dio miedo viajar sola?

Así, cuidar nuestra salud mental, implica hacernos responsables sin autoengaño de aquello que necesitamos enfrentar o aceptar, dadas nuestras circunstancias individuales y sociales. Esto va de la mano de transitar todas las emociones sin prisa, existiendo sintonía entre lo que siento, lo que pienso y lo que hago para alcanzar la calma.

Pequeños detalles como no sacar el móvil en encuentros, hacer ejercicio físico y meditación, realizar cada acto de la vida diaria con conciencia, parando ese piloto automático y aprender a reprogramar nuestro cerebro solicitando ayuda psicológica cuando lo sentimos necesario, pues como decía J. Lacan “la libertad comienza cuando se supera la vergüenza”.