Un rato de diversión
Phineas y Ferb serán los protagonistas en el festival de este año que tendrá lugar el domingo día 18, en el local que Carisma posee en la calle Garijo Satrústegui de Tudela, a las 6 de la tarde. Tras el éxito de las ediciones anteriores, conducidas por Bob Esponja y Dora Exploradora respectivamente,en esta ocasión será necesario presentar una entrada, que se repartirá previamente y de forma gratuita, para acceder al evento. "Tan sólo sirve para acotar un poco el número de asistentes ya que el aforo es limitado", explica el responsable de la Iglesia, Mikel Íñigo. El año pasado asistieron más de seiscientas personas, entre adultos y niños. Aún así hubo gente que se quedó fuera, por este motivo la organización ha decidido llevar a cabo dos sesiones de este espectáculo, mientras que, para el próximo año está previsto buscar un lugar más grande. "Estamos pensando en solicitar el polideportivo al Ayuntamiento", anuncia Íñigo.
Para todo el público
Este festival, creado bajo el sello Carisma Kids, cuyo lema es 'Creando ilusión', tiene como objetivo transmitir el espíritu navideño a las familias y sobre todo a los niños. "Queremos divertir a los críos, que se lo pasen bien y al mismo tiempo transmitir unos valores, que creo que todos los padres queremos transmitir a nuestros hijos como el compartir o la bondad, una cierta moralidad para que puedan entender que la Navidad no sólo es un momento en el año sino que puede transmitirse a todos los días", señala.
Excelente calidad
El festival nació con vocación de ayudar "a cualquier ciudadano de Tudela que no tuviese la posibilidad de comprar juguetes o de tener un momento especial como niño en estas fechas", aclara Íñigo. Sin embargo, los organizadores se vieron sorprendidos por el interés que despertó, al margen del servicio de ayuda social, en quienes no tenían esa necesidad pero querían divertirse en Navidad. "Nos pareció importante que hubiera un festival en estas fechas. Los niños vienen contentos, todos reciben algo y se lo pasan bien", asegura. Una vez concluido el espectáculo reparten los regalos de forma ordenada y los niños pueden hacerse fotos con los personajes.
Gran parte del éxito se debe a la calidad de sus decorados y disfraces, a pesar de que no cuentan con ningún tipo de ayuda o subvención y su presupuesto es limitado. "hay una inversión muy fuerte de esfuerzo y creatividad, y, al final, se ve en el resultado. La gente aplaudió mucho la organización y el buen hacer. Nos han felicitado bastante", afirma. Todo el trabajo es realizado por voluntarios de la congregación que cuenta con un equipo muy creativo y con una gran capacidad para las manualidades. En los materiales se busca la mayor calidad al menor precio y, si algún día, no son capaces de mantener un "determinado nivel de excelencia", el festival dejaría de organizarse.
