Sádaba

El Consejo de Salud pide la inclusión de la zona básica de salud de Sádaba en los centros de difícil cobertura para solventar la escasez de personal

El objeto de la medida es resolver la problemática de encontrar médicos que cubran las vacaciones y los permisos profesionales en los municipios dependientes: Uncastillo, Layana, Sádaba, Alera, Castiliscar y Biota.

El Centro de Salud de Sádaba ofrece servicio 24 horas, 365 días del año, al municipio y también a Uncastillo, Biota y Castiliscar
photo_camera El Centro de Salud de Sádaba ofrece servicio 24 horas, 365 días del año, al municipio y también a Uncastillo, Biota y Castiliscar

“Los servicios sanitarios son algunos de los más importantes para nosotros, son vitales en nuestros pueblos”. Así de rotundo se muestra el alcalde de Sádaba, Santos Navarro, al explicar el acuerdo que se tomó recientemente en el Consejo de Salud de Sádaba, mediante el que se pide al Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón que se incluya a la Zona Básica de Salud de Sádaba –que congrega el servicio sanitario de este municipio, Alera, Uncastillo, Biota, Layana y Castiliscar-- dentro de los llamados centro de difícil cobertura, para evitar un problema frecuente: encontrar médicos que cubran las vacaciones y poder dar los correspondientes permisos a los profesionales que trabajan en estos municipios y los del centro de salud de Sádaba, que da servicio a todas las localidades mencionadas las 24 horas del día, los 365 días del año.

El Consejo de Salud de Sádaba apela a la resolución del 10 de julio del 2017 del Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón para pedir la inclusión del Centro de Salud de Sádaba dentro de los Centros de Salud de Difícil Cobertura, tal y como se ha hecho las zonas que cubre sanitariamente el Sector de Salud de Alcañiz (Cantavieja, Caspe, Maella, Más de las Matas y Valderrobres), Barbastro (Aínsa, Albalate de Cinca, Benabarre, Fraga, etc.), Calatayud (Ariza y Villarroya de la Sierra) y Zaragoza III (Sos del Rey Católico y Herrera de los Navarros), por citar algunos ejemplos.

Los datos del Salud revelan que, en los últimos años, resulta cada vez más difícil cubrir las licencias de los profesionales médicos en cualquier época, un problema que se acrecienta en este entorno cincovillés en el periodo estival, “en que la población de las localidades incluidas en la Zona Básica de Sádaba se llega a triplicar”, explica la coordinadora del centro de salud de Sádaba, Ana Ma Alcolado.

“No podemos pedir que se luche contra la despoblación cuando en nuestros pueblos se están reduciendo los servicios”, explica el alcalde sadabense y presidente de la Comarca de las Cinco Villas, Santos Navarro, quien forma parte del consejo comarcal de salud en representación de su municipio. “Nosotros siempre defendemos que para hacer una buena planificación no solo hay que mirar los datos del censo, ni los de la gente que vive de enero a marzo, sino hacer un estudio de todo el año”. Porque no cuestan “lo mismo los servicios en invierno, que, en verano, en que hay mucha más gente”, argumenta Navarro: “es allí donde hay que pensar en planificar para dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos, animándolos así a que se queden en los pueblos”, afirma el primer edil sadabense.

Por su parte, desde Biota, Isabel Gil, concejal del ayuntamiento y miembro del consejo de salud, explica que “estar incluidos en la zona de difícil cobertura supone un atractivo para los facultativos”, ya que obtienen más puntos, puesto que “ahora muchos no quieren venir a los municipios a prestar el servicio”, indica. 

Una problemática que, en el caso de Biota, “se soluciona con la voluntad y la buena planificación de los médicos y enfermeros del centro de salud de Sádaba, que hacen muchas horas para ofrecer el mejor servicio que pueden”, indica Gil.

Del mismo modo, Ma Pilar Callao, concejala del Ayuntamiento de Castiliscar, explica que el servicio médico en la localidad se presta los lunes, miércoles y viernes por la mañana, “pero no toda la jornada completa. Los martes y jueves acude la enfermera”, una planificación “que se queda corta en verano por el aumento demográfico”, apunta.

El mismo problema sufren en Uncastillo, que en periodo estival triplica su población. A lo que se suman, según indica Montse Cortés, concejala y miembro del consejo de salud, que “el mismo médico que atiende a la ciudadanía es el que da servicio a la residencia de ancianos existente en la localidad”, apunta.

En esta localidad, la falta de facultativos hace que el servicio se vea reducido en cuanto a las horas, “ya que los médicos deben acudir a otros municipios y las consultan en Uncastillo –cinco días a la semana-- empiezan o terminan más tarde”, dice Cortés, un problema que se hace especialmente agudo en el caso de algunos especialistas, como los pediatras.

“No tenemos ninguna queja en cuanto al personal médico, que suple con su esfuerzo las carencias, pero no creemos que sea justo para los pueblos: pagamos los mismos impuestos que el resto de ciudadanos” afirma con rotundidad Montse Cortés.

En el caso de las guardias en el Centro de Salud de Sádaba, el de referencia para todos los municipios integrados en él, la situación se agrava porque solo hay un facultativo para atender todas las urgencias.

Las primeras son las vitales, pero si se diera el caso de otra vital en otra localidad, no se podría atender correctamente. La solución, según el consejo de salud de Sádaba sería “que se doblaran las guardias para dar cobertura a toda la población implicada, unos 3.500 vecinos censados, a los que se suma toda la población flotante (que se triplica) en verano”.

Difícil cobertura

Según la resolución del Departamento de Salud del 10 del 2017, efectuado tras el análisis de plantillas sanitarias contabilizadas para la elaboración del Plan Estratégico de Ordenación de Recursos Humanos del Salud, se observó “un déficit claro en algunas especialidades médicas muy significativo”, especialmente, en facultativos especialistas de área, médicos de familia y pediatras de atención primaria”, según refleja la propia resolución.

Para ello, se pidió crear los llamados centros y puestos de difícil cobertura, en los que se establecen diferentes mecanismos que permitan la resolución de los problemas de escasez de personal de manera ágil, aplicando diferentes medidas, como pueden ser: el reconocimiento de méritos a los facultativos, promociones internas, renovación de bolsas de empleo, contratación de profesionales extracomunitarios, flexibilización de jornadas o incentivos, entre otros ejemplos.

El objetivo: dotar de mayor número de facultativos el sistema público de salud y evitar disminución de servicios que perjudican a los usuarios.