Combatir el frío en los días más duros del invierno

La llegada del invierno está trayendo consigo una brusca caída de los termómetros que puede conllevar ciertos riesgos para la salud.

Los cambios bruscos de temperatura, presión y tiempo vienen sucedidos de cambios en nuestro organismo. Los resfriados y gripes, el dolor articular y de ligamentos , así como el desánimo, irritabilidad, astenia y trastornos del sueño motivados por el cambio de hora y la falta de luz.

"Ingerir alimentos ricos en melatonina y vitamina B es muy beneficioso, como las frutas y verduras de temporada"

Hay varias soluciones para tratar estos trastornos que afectan en mayor medida a niños menores de cinco años, a los ancianos y las personas con tendencia a padecer depresión, debido a su menor capacidad para adaptarse a nuevas situaciones.

Alimentación y hábitos

Consumir frutas y verduras de temporada, ricas en vitaminas y minerales evitan que el cuerpo se vea debilitado. Ingerir alimentos ricos en melatonina como los frutos secos, las cebollas o los tomates, facilitan el sueño y su correcta regulación. El consumo de complejos de vitaminas del grupo B también es muy beneficio, puesto que ayudan a conseguir unos buenos niveles de vitalidad y reducir la apatía.

Siempre ropa adecuada

En lo que a la vestimenta se refiere, muchas veces no somos conscientes de la importancia de ir bien abrigados y olvidamos tapar adecuadamente partes del cuerpo que sufren más con las bajas temperaturas, como la garganta o los propios pies. Hay que evitar las prendas ajustadas para que el aire circule entre la piel y la ropa actuando como aislante. Es mejor ponerse, una sobre otra, varias prendas de ropa ligera y cálida mejor que una sola de un único tejido.

El rostro y la cabeza son dos partes del cuerpo que también hay que cubrir de forma adecuada. Hay que evitar la entrada de aire frío en los pulmones. Una buena forma de hacer esto último es intentar no realizar demasiado ejercicio físico al aire libre. Además, el frío no es bueno para la circulación sanguínea. Tampoco es recomendable que las personas con dolencias cardíacas salgan a la calle, puesto que el frío ejerce sobre el corazón una tensión extra.