Psicología

¿Casualidad?

Todos hemos tenido la experiencia de haber percibido alguna “coincidencia” tan difícil de ocurrir que nos ha parecido mágica. Sin embargo, a pesar de despertarnos un sentimiento transcendente por lo ocurrido, rápidamente relegamos el hecho a la mera casualidad, ya que no hay explicación racional que haga entender cómo algo tan difícil y maravilloso pueda haber sucedido. Sin embargo las cosas no son así.

A mediados de los 90, el psiquiatra y psicólogo suizo Carl Gustav Jung estudió las “casualidades”, encontrando una explicación en lo que él denominó “inconsciente colectivo”. Algo que se ha visto corroborado por la física cuántica. Desde ésta óptica, nosotros creamos nuestra realidad no solo de forma psicológica, sino también física. Por mucho que cueste creerlo, nuestros pensamientos se pueden materializar. De ahí que Buda ya dijera hace 2.500 años: “cuidado con lo que piensas, porque lo puedes hacer realidad”.

La no-casualidad, o también llamada “sincronicidad” se basa en la teoría transpersonal por la que todo y todos estamos íntimamente conectados en una forma atemporal y no-local. Concretamente por sincronicidad se entiende la unión de dos elementos significativos que aparentemente estaban alejados, y desconectados. Por ejemplo: recordar a alguien importante en quien hace mucho tiempo que no pensábamos, y de repente recibir una llamada suya. O bien necesitar algo específico difícil de conseguir, e inesperadamente aparecer ante nuestros ojos.

Explicar el mecanismo implícito de estos sucesos excede el objetivo de este texto, pero es necesario entender que cuando una de esas “casualidades” aparece en nuestra vida, es porque la conexión entre esos dos elementos era lo suficientemente fuerte y necesaria, como para haberse presentado ante nosotros. ¿Por qué y para qué? La respuesta solo podremos dársela nosotros mismos, pero desde luego que será un error desestimar su aparición como una mera casualidad sin mayor relevancia. La vida nos habla en múltiples idiomas, nuestra limitación está en poderla entender.

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