La preocupación y el temor por los accidentes en la carretera N-232 es palpable en las últimas semanas en Alfaro. Los vecinos lo manifestaban con una concentración y con la recogida de firmas reclamando una solución, que plantean pasa por el desdoblamiento de la vía nacional o la liberalización de la autopista AP-68.
La pasada semana, con motivo de la inauguración de un nuevo peaje de la AP-68, a la altura de Recajo, próximo a la capital riojana, el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna anunciaba un protocolo para empujar y poner negro sobre blanco el proyecto para desdoblar la N-232 en su tramo entre Alfaro y Calahorra, que concentra la mayoría de los accidentes mortales y cuya conexión a través de la autopista es más distante e incómoda.
Unos días antes, el Ayuntamiento alfareño se hacía eco de la preocupación de sus vecinos y los tres grupos políticos –PP en el gobierno y PSOE e IU en la oposición- apoyaban por unanimidad a través de una moción la demanda de una serie de medidas para poner solución “de forma inmediata”: el desvío del tráfico pesado por la AP-68 entre Tudela y Zambrana asumido el coste al 100% por el Estado para restar su presencia en la nacional; retomar el proyecto de desdoblamiento de la N-232 para facilitar los desplazamientos cortos entre localidades vecinas, partiendo de que La Rioja Baja no cuenta con kilómetros de autovía; la liberalización total de la AP-68 en el 2026, instando a buscar que pueda ser anticipada.
El acuerdo tuvo un primer paso en la moción presentada por IU para pedir la liberalización de la AP-68. A ese texto, el PP añadió las que considera medidas que ponen de acuerdo a todos para buscar esa solución, apoyándolas también el PSOE. “Todos estamos encaminados para buscar una solución cuanto antes”, expresó la alcaldesa, Yolanda Preciado.
