¿A qué velocidad navegamos por internet?

Hace años, y tampoco tantos, la velocidad se medía fundamentalmente por kilómetros hora.

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Hace años, y tampoco tantos, la velocidad se medía fundamentalmente por kilómetros hora. Hoy la velocidad internet ha puesto encima de la mesa otras magnitudes que están adquiriendo cada vez más importancia determinando, incluso, el ritmo en la realización de tareas de trabajo.

Utilizamos la red de redes en nuestro día a día prácticamente para todo. Compras online, visionado de series, videoconferencias, envío de documentos, juegos…internet cada vez se usa más, y no sólo desde el ordenador. Con la irrupción de los smartphones y las aplicaciones, los teléfonos móviles necesitan de la red para las actualizaciones.

Ordenadores, teléfonos…pero ya ropa, pulseras, servicios públicos…es el llamado IoT, el acrónimo de Internet of Things, el internet de las cosas. A un nivel más alto se encuentran todos los servicios asociados a la ciudad o smart city como el riego automático, el alumbrado inteligente y, por no hablar del vehículo autónomo que necesita de una fuerte conexión al comunicarse con todo lo que le rodea y poder leer el trazado de la carretera por la que circula.

Y, en cuanto a ropa y accesorios más pequeños, ya se está castellanizando la palabra weareables, algo que dotará al teléfono móvil de un protagonismo cada vez mayor.

Y toda esta gran transformación digital necesita un combustible que haga mover la rueda. Este es la red de redes y el factor velocidad es decisivo para su utilidad, tanto en casa como, sobre todo, en oficinas. Una mala conexión a Internet ralentizará el cumplimiento de las tareas, bajará la calidad de la llamada en video conferencias e interferirá directamente en el desarrollo de la actividad normal del trabajo disminuyendo la productividad.

Por eso, porque la velocidad es importante, cada vez más se está pasando a una conexión con fibra óptica que mejora sensiblemente la rapidez de la conexión. El test de velocidad es una herramienta que puede indicar las velocidades exactas que obtienes en un momento determinado. Aunque hay algunas zonas donde aún no está presente, las grandes compañías están abriendo nuevos barrios y nuevos puntos.

El uso de la red en nuestra vida cotidiana unido al internet de las cosas y las casas del futuro con un predominio de instalaciones domóticas, harán que el camino natural de la conexión sea por fibra óptica.

Por otro lado, para los que aún utilizan adsl, siempre existen trucos para intentar mejorar la velocidad. Estos son algunos como tener conectado el router al PTR (Punto de Terminación de Red) o utilizar navegadores optimizados.

También, en la medida de lo posible, usar el cable de red en lugar de la red wifi ayuda a aumentar la velocidad. En este sentido, aunque poder navegar sin cables es muy útil y cómodo, es cierto que la velocidad no tiene comparación con el uso del cable, pudiendo disminuirla en un 20%. Existe también en el mercado una especie de repetidores, llamados PLC, que reparten la conexión por los distintos enchufes.

Por otro lado, todas las actualizaciones de programas, ejecuciones e instalaciones provocan la pérdida de velocidad. El arranque del ordenador es un punto importante, tener que esperar a que se carguen sesiones que no se usan, ralentiza. Una buena solución es incorporar un programa que ayude a que la conexión sea más eficiente y a optimizarla.