Un consumo responsable de cannabis podría ayudar a prevenir enfermedades

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Aunque la incidencia del cannabis en la medicina no es un campo ampliamente estudiado hasta el momento, ya se conocen ciertos aspectos en los que un consumo moderado y responsable puede ser de ayuda a la hora de prevenir ciertas enfermedades, o incluso de reducir un tanto los desagradables síntomas que las mismas provocan (como es el caso del cáncer).

Por todo ello, resulta imprescindible saber distinguir ventajas y aspectos no tan favorables de su aplicación en relación a la medicina.

Con un solo clickeo puede adquirir de forma sencilla y accesible productos de marihuana en internet.

Al margen de los tumores, es usada por las personas también, y como venimos comentando, en un número relevante de problemas de carácter médico. Por ejemplo: artritis, epilepsia, glaucoma, sida, esclerosis múltiple, dolor de tipo crónico y alzhéimer, entre otros.

En Estados Unidos, y con la marihuana terapéutica legalizada en gran parte del país, los científicos requieren la aprobación de los distintos departamentos federales para estudiarla en profundidad, y no es esta una aprobación, valga la redundancia, muy común por desgracia por el momento.

La mayoría de estas investigaciones sobre el cannabis se enfocan sobre todo en los perjuicios que causa la planta. Esto se debe en cierto modo a que los avances acerca de sus atributos medicinales son escasos hasta la fecha. A lo mucho, en etapas tempranas de observación.

En un experimento humano aplicado a una decena de consumidores habituales de marihuana contagiados por el VIH, los científicos detectaron que los individuos que la consumen tienen más apetito y duermen mejor con respecto a las demás. Por otra parte, también parece ser que experimentan un humor más positivo.

Otra pequeña investigación llevada a la práctica con cincuenta personas lleva a florecer la idea de que sufren un menor nivel de dolor neuropático.

En los primeros estudios del NYU Langone Medical Center (Nueva York) sobre la epilepsia, se constató sobre un total de doscientos trece pacientes, que la frecuencia de ciertas convulsiones en adultos y niños se ha visto parcialmente reducida hasta en la mitad con su uso.

Son únicamente algunas de las aplicaciones de una planta conflictiva para la opinión pública, pero sobre la que probablemente todavía (para lo bueno y para lo malo) queda un océano por conocer.