Paladas sin rumbo fijo

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Ficha técnica

Nuevo empate del Tudelano en casa. Quinta jornada consecutiva sin sumar tres puntos. Las estadísticas se les están haciendo muy cuesta arriba a los blanquillos, que esta vez han igualado sin goles frente al Real Unión de Irun. El equipo guipuzcoano, previsible y con muy pocos argumentos salvo su solvencia táctica, se ha repartido el premio con un equipo local al que siguen sin salirle las cosas en ataque en los últimos duelos jugados en el Ciudad de Tudela.



Tras el punto logrado en Lezama, donde los de Beltrán pelearon de tú a tú con el Bilbao Athletic, la contienda contra el Real Unión se presentaba como una oportunidad para retomar la senda del triunfo e introducir un espaldarazo más de moral en el vestuario. Desde el primer minuto, todo el mundo apreció que los visitantes iban a conjuntar un bloque rocoso y complicado de desestabilizar.



Para muestra, una primera parte soporífera, con una llegada aislada del Unión que Zaparain, muy inspirado desde hace unas jornadas, solventó tirando de anticipación y reflejos ante Abaroa. El balón rodó sin un patrón concreto por el césped, y ninguno de los dos equipos acertó a controlar el esférico. El Tudelano se fue al vestuario con la espina clavada por un penalti muy claro cometido por Samuel sobre Víctor Bravo que no se cobró. El trencilla, a escasos metros de la jugada, consideró que no existió el contacto, para desesperación de Bravo.



Después del descanso, las cartas estaban marcadas. Con semejante panorama, si uno de los dos equipos lograba abrir la lata, tenía medio partido en el bolsillo. El respeto mutuo continuó durante muchos minutos suponiendo un hándicap demasiado incómodo para los escasos parroquianos congregados en el estadio. Pero el Tudelano asumió la responsabilidad que se le presupone cuando juega en casa, y se lanzó a por el tanto. La conexiñon entre los hombres de arriba funcionó. Sólo el remache definitivo falló una tarde más.



A falta de media hora para el final, Beltrán introdujo a Barbosa en lugar de un Aitor Pons al que los balones le llegaban a cuentagotas. El extremo madrileño protagonizó dos buenas acciones por la izquierda, una de las cuales a punto estuvo de introducirla entre los tres palos Víctor Bravo. El mediapunta blanquillo consiguió golpear el balón con su estirada, pero se le marchó a escasos centímetros del palo izquierdo de un Otermin ya batido.



El empuje local surtió efecto en los últimos minutos. Ya con el incorporado Esparza en el campo, como referencia arriba, los de Beltrán generaron nerviosismo en una defensa irunesa que parecía desmoronarse por momentos. Pero ni siquiera las jugadas a balón parado sirvieron para que los blanquillos desatascaran un encuentro en el que la brega y el esfuerzo fueron titánicos.

TUDELANO: Zaparain; Nandi, Jonathan, Lalaguna (Marcos Martín, m.56), Lumbreras; Óscar Reche, Pérez Rubio (Esparza, m.72); Álex Sánchez, Azpilicueta, Víctor Bravo; y Aitor Pons (Barbosa, m.60).


REAL UNIÓN: Otermin; Samuel, Azkoiti, Sagastibeltza, Iker Seguín; Rodellar (Hugo, m.60); Gabilondo, Abaroa, Salgado (Yeray, m.60); Óscar Vega y Gaizka Saizar (Domínguez, m.74)


ÁRBITRO: Barceló Roca (Colegio catalán), asistido por Mira y Montoro. Amonestó por el Tudelano a Jonathan, Lalaguna y Azpilicueta. Por el Real Unión, a Azkoiti e Iker Seguín.


INCIDENCIAS: Cerca de 300 espectadores en el José Antonio Elola, una treintena de ellos llegados desde Irún. Entrada floja por coincidir con día laborable.