Plumas al cierzo

Cohete

El cohete ya ha sonado
de las Fiestas de Tudela:
se desborda la alegría
que nos corre por las venas.
Risa, canto, buen humor.
La ciudad se despereza.
Quedan siete días, siete,
de sonrisas, de no hay pena.
Porque a finales de julio
en estas calles riberas
no hay tiempo para el bostezo,
lo normal se da la vuelta.
El abrazo del compadre,
las txarangas de las peñas,
los almuerzos con sardinas,
los sorteos de las ferias,
de blanco y rojo la ropa, 
un jolgorio que no cesa
desde el mágico momento
en que se prende la mecha.