Las contraseñas, el primer paso hacia la seguridad

En ocasiones no nos paramos a pensar ni le damos mucha importancia a las contraseñas que utilizamos en nuestra vida cotidiana: el correo electrónico personal, el email del trabajo, la cuenta en Facebook o Tuenti, la tarjeta de crédito, la alarma de casa, el PIN del móvil, etcétera. Ya que no es una cuestión trivial, hay tres medidas básicas que debemos tener en cuenta en cuanto al uso de contraseñas en Internet:

Las contraseñas deben ser fuertes, es decir, de 8 caracteres alfanuméricos con mayúsculas y minúsculas y con algún signo intermedio.

Es conveniente tener una contraseña diferente para cada servicio en el que estemos registrados, una para el correo electrónico, otra para las redes sociales, otra para el blog, etc. De esta forma si te descubren una evitarás que tengan acceso a todos tus servicios.

Evita que los equipos recuerden tus nombres de usuario y contraseñas de forma automática. Es importante estar atentos ya que algunos servicios de mensajería instantánea como Messenger o Skype pueden tener configurado por defecto la opción de recordar la cuenta y la contraseña.