Con una temperatura de 21º mantendrás tu casa caliente en invierno y con 26º la mantendrás fresca en verano. Son las temperaturas en las que, sin perder confort, podrás ahorrar energía. Por cada grado de temperatura se puede llegar a ahorrar hasta un 7% en calefacción o aire acondicionado.
Pon la lavadora y el lavavajillas a plena carga, utiliza los electrodomésticos lo necesario y con cabeza. Aísla bien tu casa, con doble acristalamiento, para mantener la temperatura.
Las etiquetas energéticas de clase A indican los electrodomésticos, bombillas, vehículos, etc. que menos energía consumen.
Si conduces de forma suave, sin acelerones y con los neumáticos a la presión correcta, reduces las emisiones de CO2 a la atmósfera y, además, ahorras combustible.
