Corella

Corella mantiene las palomas a raya

Más de 4.500 palomas han sido eliminadas de los edificios corellanos desde que se firmó, en la primavera de 2016, el primer acuerdo para el control de palomas en Corella.

Las palomas pueden provocar problemas de salubridad
photo_camera Las palomas pueden provocar problemas de salubridad

Más de 4.500 palomas han sido eliminadas de los edificios corellanos desde que se firmó, en la primavera de 2016, el primer acuerdo para el control de palomas en Corella. Considerando su eficacia, este año 2018 se ha renovado de nuevo el contrato 

Las palomas son un problema en los cascos históricos de las ciudades y Corella no es una excepción.  Además de un buen hábitat, las ciudades proporcionan comida, agua, refugio y lugares ideales para construir sus nidos. 

Todo esto no sería un problema si no fuera porque la paloma es un ave considerada plaga y además peligrosa, y aunque en Corella nunca se ha llegado a situaciones de peligro, en muchos ayuntamientos es considerada un problema grave de salud pública. Las palomas pueden ser transmisoras de múltiples enfermedades. El mayor peligro lo constituye el contacto directo a los excrementos y la inhalación de los mismos en forma de polvo microscópico. Pero también sus plumas, entre otros agentes de estas aves, trasmiten hongos, bacterias y parásitos. Así que es aconsejable, a pesar de la imagen tierna que pueden transmitir, no alimentarlas. Para los técnicos de salud pública, las palomas son consideradas las ratas del aire.

En Corella, a través de la empresa del veterinario Víctor Ayensa, en estos dos años de  control, el resultado ha sido muy positivo y la reducción de palomas ha sido considerable. El trabajo se ha basado en tres ejes principales:

  • Localizar los lugares de reproducción de las aves (las palomas crían unas tres veces al año) controlar esas zonas de cría es muy importante para poder mermar la población. 
  • Observar donde las aves se posan a lo largo del día, porque es aquí donde las palomas causan importantes daños y es en estos lugares donde las jaulas de captura son bastante eficaces.
  • Controlar las zonas donde las palomas comen y beben en la ciudad y ver sus desplazamientos.

En Corella se tienen localizados varios dormideros y zonas de cría, sobre todo en casas viejas y deshabitadas del casco antiguo. Principalmente las que están cerca de las parroquias del San Miguel y del Rosario. En estos puntos es donde más han actuado en diferentes ocasiones y en alguno de ellos ya se ha dado por finalizado el trabajo al no quedar palomas o ser residual su presencia, aunque si hacen un seguimiento y control del lugar y ponen las medidas pertinentes para que ya no pueda anidar en el interior de estos edificios.

En el año y medio que llevan actuando y a 31 de diciembre de 2017 se ha reducido la población por diferentes métodos en diez puntos de control diferentes, en total se  han eliminado 4.672 palomas, además de los huevos que nos se dejaron terminar de fecundar.