Ágreda

El Viernes Santo de Ágreda, el orgullo de una tierra con mucho que ofrecer esta Semana Santa

Ssigue en las celebraciones un riguroso protocolo conservado desde tiempo inmemorial.

El Vienes Santo de Ágreda fue Declarado de Interés Turístico Regional en el 2000
photo_camera El Vienes Santo de Ágreda fue Declarado de Interés Turístico Regional en el 2000

La Semana Santa ya se respira en Ágreda desde el tercer domingo de Cuaresma, cuando se celebra, desde 1997, la Exaltación de la Corneta, el Tambor y el Bombo. En ella participan bandas de Castilla y León, Aragón, La Rioja y Navarra.

Quince días después, este mismo día 25, se celebrará el Domingo de Ramos. Por la mañana, parte la procesión desde la iglesia de San Juan con el paso de la Borriquilla y, por la tarde, se celebra desde 1614 el Vía Crucis de la Calzada.

El Martes Santo se adoran las Santas Espinas que, según la tradición, pertenecieron a la corona de Cristo y que pudieron ser regaladas por el rey de Francia, San Luis (quien promovió dos cruzadas para liberar el sepulcro de Cristo), como regalo por la boda de su sobrina Leonor de Castilla con Jaime I “El Conquistador”, el 6 de febrero de 1221 en la iglesia de Nuestra Señora de la Peña de Ágreda.

El Jueves Santo se conmemora el Lavatorio de los Pies, donde el cura párroco lava los pies a varios de los cofrades de la Vera Cruz, y en todas las iglesias de Ágreda se instalan Monumentos de Adoración que pueden ser recorridos.

Viernes Santo

El Viernes Santo de Ágreda, Declarado de Interés Turístico Regional desde el año 2000 es, sin duda, el día que presenta más peculiaridades. Está dotado de elementos propios que por sí solos definen un espíritu popular, cultural y religioso único, siendo el más importante la presencia de la cofradía de la Vera Cruz.

El Viernes Santo, sigue en las celebraciones un riguroso protocolo conservado desde tiempo inmemorial. Se inicia pronto por la mañana con la reunión de los cofrades que, acompañados de la Banda de Cornetas y Tambores, van recogiendo por sus casas a los mayordomos, al vicepresidente, al presidente de la Cofradía y al predicador.

Reunidos todos y portando los Estandartes de los Doce Apóstoles (del siglo XVII), parten desde la iglesia de San Juan trasladando en solemne procesión el ‘Calvario de Santa Mónica’ (principios del s. XVI) y ‘a Dolorosa’ (año de 1593) hasta la basílica de la Virgen de los Milagros, donde se celebra el Sermón de las Siete Palabras, custodiado por la perfectamente uniformada escuadra de 14 soldados romanos, con su capitán, su cabo y su paje, cuya inmovilidad sólo es rota con el cambio de guardia.

Por la tarde, se asiste a los oficios religiosos y a la procesión del Santo Entierro, que cuenta con trece pasos escultóricos que representan prácticamente toda la Pasión de Cristo. De entre ellos, destacan, además de los anteriormente comentados, los siguientes:

Santo Cristo de la Cruz a Cuestas o Santo Cristo de Magaña, del año 1594. Imagen titular de la Cofradía y que goza de un profundo fervor y enorme cariño entre los agredeños, ya que acompañó a Sor María de Jesús en su última enfermedad hasta su muerte en 1665.

Cristo de la Cama, del siglo XVII. Sus brazos son articulados y con él se escenificaba el Descendimiento.

Jesús atado a la Columna, del siglo XVII. Perteneció al antiguo paso de “los Judiícos” quienes le azotaban.

Ecce Homo o “el Calderón”. Comprado por José Roldán en 1747. La figura de Poncio Pilatos es más reciente.

Dos de los momentos más emotivos son el del Encuentro entre el Santo Cristo de Magaña con la Dolorosa en la iglesia de San Juan, y el del final de la procesión cuando todos los pasos vuelven a su templo en absoluto silencio, solamente roto por el redoble final de los tambores.