Tudela

Una abuela llena de energía

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No por ser más joven una es menos abuela que otras. Si no que se lo digan a Mari Ojuel Rubio. Esta tudelana de 74 años ha sido elegida por la Peña Moskera como Abuela de Tudela 2014. Una mujer llena de energía y que derrocha buen humor y vibraciones positivas allá por donde pasa. El día 27 de julio, a partir de las 12 horas, recibirá uno de los homenajes más calurosos y concurridos de todas las Fiestas de Santa Ana, además de el más antiguo de todos los reconocimientos que se tributan en la semana festiva.

Mari Ojuel vive en el barrio de Lourdes, donde mantiene, pese a la lejanía con la Catedral, su fervor por Santa Ana. Un amor de abuela a otra abuela, la de los tudelanos por antonomasia. "Allí también tenemos a Santa Ana y celebramos la Novena e incluso hacemos la ofrenda de flores", señala. Ello no es óbice para que Rubio sea una fija en la procesión. "Voy siempre", asegura.

Rubio reconoce que cuando le dijeron que iba a ser Abuela de Tudela, vio que en otras ediciones las homenajeadas eran más mayores. "No me veo muy mayor, aunque tenga 74 años. Pero abuela soy", explica sonriendo y mirando a su nieta Arantxa, de 6 años. "Aún así recibí la noticia con ilusión. Me dijeron que si quería y no dudé ni un momento. Es un recuerdo que tendré yo y también mis hijos para toda la vida", afirma esta incansable trabajadora, que pasó por muchas casas "como limpiadora".

“No me veo muy mayor, aunque tenga 74 años. Aún así, recibo este homenaje con ilusión y sé que para mis hijos será un recuerdo que durará toda la vida", afirma Mari Rubio

 

Finalmente se asentó en una empresa local, en la que desarrolló su labor profesional durante 23 años, hasta que hace 9 comenzó su jubilación. Una jubilación que no ha supuesto ningún freno en su ritmo de vida. Al contrario. Mari tiene tantas o más aficiones que cualquier persona que tenga la mitad de su edad.

La más destacada es el baile, y por ello reconoce que lo que más le gusta de las fiestas son las verbenas. "A mi marido le conocí en un baile, osea que... ¡cómo no voy a bajar a bailar!", bromea. También pasa algunas horas en el gimnasio, donde se ejercita en la bicicleta, y además forma parte de la Asociación de Mujeres Blanca de Navarra y canta en el coro de la iglesia de Lourdes. El yoga y los viajes son otros de sus 'hobbies'.

Casada con Jesús Cilla Cintora, de 69 años, tiene tres hijos. Alberto, de 44 años,  padre de su nieta Arantxa; Abel, de 39 años; y Mª Teresa, de 41 años. De ella espera ahora a otra nieta, que se llamará Leyre y que, según las previsiones, llegará en julio.

No sólo eso, sino que Mª Teresa sale de cuentas muy cerca del día del homenaje a la Abuela 2014. "Imaginaos que nace el mismo día. No sé si podré venir al homenaje", afirma Rubio, siempre sin despegarse del buen humor que la hace ser la abuela más vital.

Mikel Arilla