Ólvega

Naturaleza e historia en las faldas del Moncayo

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No sólo recibe el apelativo de ‘Segunda Numancia’. Ólvega también muestra con orgullo el epíteto que la liga indisolublemente al entorno natural que la rodea: la Niña del Moncayo. El monte es protagonista indiscutible en el paisaje olvegueño y en sus faldas y laderas se encuentran mucho de los atractivos que el turista puede aprovechar si visita el municipio.

Las rutas naturales son uno de los mayores activos de la localidad y una gran oportunidad de disfrutar de un entorno único tanto para senderistas como para ciclistas o jinetes que prefieran hacer camino a caballo. A través de municipios vecinos como Cueva de Ágreda o Fuente de Ágreda, es posible completar rutas de más de 3 horas de recorrido por caminos acondicionados.

Ruta de Bécquer

El encanto del Moncayo no sólo se palpa en su cima, una de las rutas más demandadas por aquellos que buscan una experiencia para recordar. La ruta de Bécquer, genio de la poesía que ligó muchos tramos de su vida a los alrededores del encantador Moncayo, es otra de las destacadas. Dirigiéndose al santuario de Agramonte, surca las faldas de la montaña con la vista puesta en el pueblecito de Vozmediano.

La ruta de los encinares también se disfruta sobre todo por sus dos horas repletas de un paisaje en el que los imponentes bosques apaciguan y transportan al caminante a una tranquilidad impropia de otros lugares. La de los Siete Infantes bordea el río Araviana marcando como destino el espectacular alto de Toranzo y sus puntiagudas peñas.

Yacimiento de Juan Cañón

Dentro de las posibilidades del senderismo o la rutas en BTT, cabe también añadir el conocimiento paleontológico. La excursión que se adecúa a esta posibilidad no es otra que la llamada Ruta de los Fósiles. Tiene una parada intermedia, en el barranco de Juan Cañón, desde el que las vistas son imponentes. Allí se conserva un yacimiento de fósiles del periodo terciario, enclavados  cerca de un manantial. Es sólo el principio de un recorrido desde el que se pueden divisar Ólvega, la ermita de San Marcos y el pueblo de Muro.

Por último, no hay que olvidar la Ruta del Viento, a través de la cual se puede realizar un repaso por los parajes de mayor belleza del término de Ólvega y apreciar con detalle el parque eólico en la cima de la Sierra.

Tras esta parada, se desciende hasta un enclave conocido como la Mina Petra y se regresa a Ólvega por el camino de la vía vieja. En total, se el trayecto ocupa aproximadamente unas 3 horas y 15 minutos. Un 85% de la ruta es ciclable y está perfectamente acondicionada para el recorrido ecuestre.

Con estas sugerencias, cualquier amante del deporte y la naturaleza tiene los ingredientes perfectos para una escapada que satisfará todas sus expectativas.