Tudela

¡Larga vida al rey Baltasar!

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"El perro no paraba de ladrar. Ladraba muchísimo y no me dejaba entrar en casa. Aquel hombre que tenía delante con la cara pintada de negro era su dueño, era yo, pero ‘Nano’ no me reconocía”. La anécdota, contada además con la elocuencia narrativa propia de un hombre de teatro como Pepe Martínez, relata la primera vez que su perro, recientemente llegado a casa por aquel entonces, le vio carcaterizado como Baltasar. Después de cuatro décadas poniéndose en la piel del rey negro en la Cabalgata de Reyes de Tudela, el próximo 5 de enero Pepe Martínez ya no estará detrás de este personaje que ha marcado a varias generaciones de niños tudelanos.

‘Nano’ acabaría acostumbrándose a la pinta carnavalesca de su amo, por supuesto, aunque siempre le miraba con ojos de extrañeza, pensando que su fiel mentor debía estar loco para montar semejante parafernalia todos los años. Más que locura, es pasión lo que ha movido a Martínez durante esta larga andadura. Pasión por actuar pero, sobre todo, por repartir ilusión y asombro en los rostros y corazones de los más pequeños. “Esa es la mayor satisfacción que me llevo. Ha sido muy emocionante poder hacer felices a los críos y sentirlo desde la carroza y a pie de calle, al abrazarlos o al hablarles al oído. Me quedo con eso”, relata el actor, quien gracias en parte a su ‘alter ego’ de Oriente llegó a ser reconocido como Tudelano Popular en 2011. “Llevaré a Baltasar dentro de mí para siempre, me ha dado muchas cosas”, confiesa.

"Pepe Martínez comenzó representando a Melchor en 1970, pero poco después inició su andadura como Baltasar. Con los años, fue dotando de matices al personaje hasta convertirlo en un referente"

La primera vez que Pepe Martínez representó a un rey mago fue en 1970. “Entonces la cabalgata era diferente. Salíamos a lomos de unos caballos preciosos y el desfile tenía un halo de misticismo y una escencia que ahora no se ven”, rememora. Curiosamente, sus primeras tres representaciones consistieron en retratar a Melchor, en sustitución de Luis Lahuerta. Su papel de Baltasar llegaría más tarde. Con bastante bagaje acumulado en el mundo teatral, Martínez fue dando un nuevo aire al rey negro con el paso de los años hasta convertirlo en el auténtico referente de la cabalgata tudelana. Para él, se trataba de un papel como el que puede suponer un Romeo o un Don Juan Tenorio. “Siempre he defendido que a la cabalgata había que darle ese enfoque y que debían ser actores quienes hiciesen de Reyes Magos. Es un auto sacramental, al fin y al cabo”, explica.

“Yo sé como te llamas”

Tanto fue así que la preparación de las ocurrencias y las palabras que Baltasar dedicaría a los tudelanos a la llegada de los Reyes en as carrozas comenzaba inmediatamente después de terminar el desfile. “A lo largo de todo el año me iba quedando con los nombres de niños y niñas de conocidos, vecinos y amigos. Con esa base, llegaba el día de la cabalgata y les sorprendía diciéndoles: “Yo se cómo te llamas”. La cara que ponían era absolutamente memorable”, cuenta.

Benito Sangüesa ha sido el compañero de travesuras teatrales con el que ha repetido en más ediciones de la cabalgata. Otros fueron concejales (Luis Casado, entonces edil con Luis Campoy, hizo de Gaspar en 1994), ciudadanos de a pie y otros actores destacados de Tudela como Pepe Zardoya o Luis González ‘El Jabonero’. Pepe Martínez, no obstante, tenía siempre el papel más demandado, tanto en el día de la cabalgata como en otros actos, como visitas a centros especiales de discapacitados, y residencias de ancianos o las misas del Día de Reyes.

También en los medios de comunicación. En algunas entrevistas radiofónicas narraba las andanzas de Sus Majestades acampados en plenas Bardenas Reales y atendía con su improvisación y humor característicos las llamadas de los niños a la emisora. “Esas historias les encatan a los críos. Les contagian de la magia que envuelve a estos personajes. Creo que eso también ha ido enganchando a niños y niñas con el paso de los años, esa cercanía y esos guiños a la Ribera, a su gastronomía... “. Tampoco han faltado las alusiones a la actualidad de Tudela: las baldosas inestables de la plaza de los Fueros, el Autobús de la Vida, las piscinas cubiertas y sus problemas o la llegada de la UPNA a la ciudad han sido objeto de sátira en sus intervenciones. “Siempre tratando de hilar muy fino, porque sin quererlo podías posicionarte políticamente y eso no es lo que se busca”, aclara.

El globo de 1994

Las anécdotas que ha vivido en sus más de 35 años en la piel de Baltasar no cabrían en una sola habitación. Mientras remueve una hilera de fotos antiguas, trae a colación con memoria lúcida y casi fotográfica algunas de las más recordadas. Una sobresale por encima de todas las demás. Allá por 1994, los Reyes de Oriente escogieron un globo aerostático como medio de transporte para su despedida de los niños tudelanos. El despegue se produjo en el Paseo del Queiles, donde el piloto del aparato ya había mostrado su preocupación por el fuerte vinto que azotaba la cuenca del Ebro aquel día. El resto de la historia quedó para los anales. “El aterrizaje estaba previsto en el Aeródromo de Ablitas y aparecimos en Montes de Cierzo, llevados sin remedio por el aire”, narra con detalle. “Pasamos rozando unos cables de la luz y finalmente unas cepas de viñedos hicieron de parapeto. La cesta acabó destrozada, como los trajes... y como nosotros, que terminamos con lesiones en el hospital Reina Sofía”, recuerda Martínez con una sonrisa melancólica dibujada en los labios.

"Ha sido muy emocionante poder hacer felices a los niños; me quedo con eso”

"Llevaré a Baltasar dentro de mí para siempre, me ha dado muchas cosas”

Pepe Martínez

Actor tudelano

Muchos, muchísimos, le echarán de menos. Él ya está acostumbrado a que algunos tudelanos, ya entrados en años, le paren por la calle para recordarle que una vez les sostuvo en brazos o les pidió susurrándoles al oído que se portaran bien. “Alguna que otra vez hasta he llorado de emoción con alguna señora que recordaba cómo había hablado con su hija”, señala.

¿Y la cabalgata de este año? “Si voy a tener cena con los amigos, me quedaré en Tudela. Pero si no... creo que no estaré aquí. Son muchos años saliendo como rey, muchas emociones que no tengo claro si podré aguantar”, afirma Martínez, quien durante todos los años en los que se ha transformado en Baltasar no ha acudido junto con su mujer y sus dos hijos a vivir la cabalgata ‘a pie de calle’. “Sí que me los he llevado de pajes más de una vez cuando ya eran algo más mayores”.

Martínez desea que la cabalgata de Tudela, pese a su ausencia, siga manteniendo su plasticidad y el componente artístico que la ha definido durante sus cerca de 35 años como rey Baltasar. “El secreto es mantener vivo el espectáculo, porque es el espectáculo lo que hipnotiza a los niños”, afirma. El telón se cierra, pero los aplausos durarán para siempre.