Ana Carmona Rueda enfocó desde un principio su carrera laboral hacia la enfermería, pero su pasión por los alimentos de producción ecológica la llevó a dar un paso más. Tras aproximadamente medio año de documentación, trámites y preparación, desde hace dos meses El Obrador Ecológico ya es una realidad. En este establecimiento, los clientes pueden encontrar todo tipo de productos de alimentación y cosmética de producción ecológica certificada.
“Di el paso porque no había conseguido una estabilidad laboral en la enfermería y siempre me ha gustado cuidarme en cuanto a la alimentación y el mundo de la repostería. Así surgió la idea de hacer repostería ecológica”, explica esta tudelana que compagina su labor en El Obrador Ecológico con su trabajo en un centro médico. Atiende de lunes a viernes (10:30-13:30 h. y 17.00-20:00 h.) y también los fines de semana.
Con sello certificado
El nombre del establecimiento está directamente ligado con el producto estrella de la tienda, que son sus galletas. “Son 100% ecológicas, hechas a mano, son integrales, no llevan ni mantequilla ni levaduras ni aceite de palma. Además, ninguna lleva huevo y están adaptadas a varias intolerancias: a la lactosa, a los frutos secos o al gluten, aunque especifico que se cocinan en el mismo horno que otros productos con gluten, por lo que son aptas para cierto grado de intolerancia”, señala. “Para quienes están concienciados con la alimentación, los ingredientes son garantía de salud y tranquilidad. Cada vez hay más personas que se preocupan por estos aspectos. A la larga, el ahorro llega en salud y bienestar”, explica.
Estas ‘joyas de la corona’ de su obrador cuentan con el sello de certificación ecológica de CPAEN y la ‘Ecohoja’, una garantía de calidad validada a nivel europeo. Se pueden adquirir a granel, en tarritos o en cajas de 150 gramos, cuyo diseño es muy especial, al igual que el de todo el establecimiento, con una estética muy cuidada. “Hemos buscado un formato ecológico y diferente, que es ideal para regalar”, afirma. “Tengo de siete sabores diferentes: de manzana, canela y almendras; de cacao y chocolate blanco; de cacao, jengibre y canela; de coco; de café y avellanas; de chocolate blanco y negro con nueces; y de arándanos, chocolate blanco y nueces”, cuenta. Su aceptación es enorme y ya se están empezando a vender en otros establecimientos especializados en España.
En el ámbito de la repostería, también trabaja por encargo, elaborando bizcochos, torrijas, magdalenas u otro tipo de productos. “Me adapto a las exigencias de los clientes, en función de lo que me pidan: sin azúcar, sin gluten… son peticiones para ocasiones más especiales”, explica.
Cuando empezó a dar forma a su idea de negocio, decidió que vendería, además de sus productos de repostería, todo tipo de alimentos ecológicos para el día a día: pan, pasta, legumbres, carne, productos vegetales, alimentación infantil, etc. “Yo soy consumidora de alimentos ecológicos y tuve claro que era importante ofrecerlos también en mi establecimiento”, explica. La carne se compra por encargo y muy pronto también pondrá a disposición de los clientes pescado ecológico. “Hay absolutamente de todo y merece la pena porque en el sabor se nota muchísimo la diferencia”, asegura.
